Humanidades digitales en América Latina

Un mapeo multidimensional de sus tensiones

8. Infraestructuras

8.1. El demonio invisible

§1HGuardar marcapáginas El, así llamado, Demonio de Maxwell, en referencia a James Clark Maxwell, es un experimento mental clásico en el campo de la termodinámica. El experimento consiste en imaginar una caja hermética en la que circulan moleculas de algún gas. En la mitad de la caja hay un separador que la divide en dos lados iguales, y un demonio controla una compuerta en el separador que permite o no el paso de las moléculas. En el experimento, el demonio abre y cierra la compuerta velozmente de una manera en la que las moléculas que se mueven más rápido quedan en un lado de la caja, mientras que las que se mueven más lento quedan en el otro. En términos efectivos, el movimiento de las moléculas es equivalente a la temperatura del gas, así que, al final, un lado resulta caliente y el otro frío. El interactivo 13 es una simulación del experimento mental.

§2HGuardar marcapáginas Aunque en el siglo XIX este experimento mental se planteó como una refutación de la segunda ley de la termodinámica, una demostración de que sería posible reducir la entropía sin necesidad de ejercer ningún trabajo, pronto críticos señalaron una falla importante: es justamente el demonio el que realiza el trabajo necesario para separar las moléculas por medio de su acción en la compuerta, así que la ley sigue respetándose1Melanie Mitchell, Complexity: A Guided Tour (Oxford [England] ; New York: Oxford University Press, 2009).. En pocas palabras, se necesita trabajo para producir organización, aunque ese trabajo sea invisible.

§3HGuardar marcapáginas Justamente, en el origen griego de la palabra demonio, daimon, encontramos dos sentidos importantes: una entidad benigna o maligna que trabaja en el fondo, oculta, o una entidad que divide y así lleva a cabo algún tipo de orden2Julia Cresswell, ed., Little Oxford Dictionary of Word Origins (Oxford: Oxford Univ. Press, 2014), 146; Philip P. Wiener, Dictionary of the History of IDeas. Sudies of Selected Pivotal IDeas, vol. 1 (New Yok: Charles Scribner's Sons, 1973), 667.. Derivado de esta noción, en software se denomina daemon a un programa que ejecuta tareas en segundo plano, que está oculto para el usuario, pero que es esencial para el funcionamiento correcto de algún proceso3Houghton Mifflin Company, ed., Dictionary of Computer and Internet Words: An A to Z Guide to Hardware, Software, and Cyberspace (Boston: Houghton Mifflin, 2001).. Incluso, esta idea está en el término alternativo, usado en España, para referirse a un computador: un ordenador.

Interactivo 13. El experimento mental del Demonio de Maxwell. El demonio hace lo que puede para clasificar y separar las moléculas, abriendo y cerrando la compuerta muy rápido. Luego de un tiempo, las azules estarán a la izquierda y las rosadas a la derecha

§4HGuardar marcapáginas El concepto de infraestructura puede entenderse de varias maneras: como forma de organización y estandarización,4Geoffrey C. Bowker y Susan Leigh Star, Sorting Things Out: Classification and Its Consequences (Cambridge, Massachusetts London, England: The MIT Press, 2000). como soporte para el movimiento de bienes, materias o ideas,5Brian Larkin, «The Politics and Poetics of Infrastructure», Annual Review of Anthropology 42, n.º 1 (21 de octubre de 2013): 327-43, https://doi.org/10.1146/annurev-anthro-092412-155522. o como medio para la ampliación de la agencia de los seres humanos6Marshall McLuhan, Understanding Media: The Extensions of Man (Cambridge, Mass: MIT Press, 1994).. Sin embargo, a todas estas concepciones subyace una idea fundamental ejemplificada en el experimento mental de Maxwell: es necesario el gasto de energía para producir trabajo con el fin de reducir la entropía, es decir, reducir la incertidumbre o producir alguna clase de orden.

§5HGuardar marcapáginas Cuando una comunidad establece roles y procedimientos está reduciendo la incertidumbre para que las mismas actividades puedan ser ejecutadas por distintas personas o para resolver patrones comunes de una forma que tengan efectos esperables y similares. Cuando un grupo de expertos define un sistema de estándares está reduciendo la entropía con categorías que —eso esperan— sean lo suficientemente expresivas para representar sus necesidades, y que a la vez sean lo suficientementemente pequeñas para que sean controlables. Igualmente, transportar materia prima o mensajes requiere mecanismos que, con energía, muevan algún tipo de elemento físico, aunque sea invisible para nosotros, de un origen a un destino; en otras palabras, amplían la agencia o la capacidad de actuar a distancia. Susan Leigh Star resume estas distintas maneras de entender las infraestructuras cuando afirma que son los estándares, los cables y las configuraciones, y también todo lo que permiten7Susan Leigh Star, «The Ethnography of Infrastructure», American Behavioral Scientist 43, n.º 3 (noviembre de 1999): 377-91, https://doi.org/10.1177/00027649921955326..

§6HGuardar marcapáginas Estas definiciones también traen consigo la idea de que la infraestructura, a pesar del esfuerzo que lleva consigo su construcción y su mantenimiento, trae más beneficios que los que implicaría existir sin ella. Así, podemos pensar que las infraestructuras son, en su sentido más abstracto, formas de ejercer trabajo para, en el futuro, hacer algo con menos trabajo. De hecho, lo facilitan de una forma en la que, como lo afirman investigadores como Paul Edwards8Paul N. Edwards, «Infrastructure and Modernity: Force, Time, and Social Organization in the History of Sociotechnical Systems», Modernity and Technology, ed. Thomas J. Misa, Philip Brey, y Andrew Feenberg (Cambridge, Mass: MIT Press, 2003), 185-226. en el campo de los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), así como el demonio de Maxwell, las infraestructuras suelen ser invisibles, al menos hasta que fallan y nos damos cuenta del nuevo esfuerzo que hay que realizar y las facilidades que estábamos dando por sentado. Normalmente no necesitamos pensar en cómo llega el agua al grifo, o cómo se transmiten los bits de información a través de internet. Según Star, las infraestructuras tienen varias cualidades particulares: son transparentes, pues trabajan en el trasfondo; se hacen visibles cuando se dañan; tienen alcance, pues operan en unos límites espaciotemporales; se aprenden como pertenencia a un grupo; están conectadas con convenciones y prácticas comunes y así encarnan estándares; y son fijas pero crecen modularmente9Star, «The Ethnography of Infrastructure»..

§7HGuardar marcapáginas Si cerramos el enfoque al problema que nos interesa, para Gimena del Rio, "en el contexto de las humanidades digitales, una infraestructura se puede referir a los objetos físicos tales como servidores, lugares de conocimiento —laboratorios, centros, asociaciones—, e incluso representaciones abstractas, como código, software o estándares10Gimena Del Rio Riande, «Digital Humanities and Visible and Invisible Infrastructures», Global Debates in the Digital Humanities, ed. Domenico Fiormonte, Sukanta Chaudhuri, y Paola Ricaurte (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2022), 247.. En buena medida, la mayor parte de la discusión sobre infraestructuras en las humanidades digitales se han basado en la producción de herramientas, servicios, recursos y métodos de investigación11Claudine Moulin et al., «ESF Science Policy Briefing 42. Research Infrastructures in the Digital Humanities» (European Science Foundation, 2011)., aunque en años recientes han aumentado los estudios críticos de las infraestructuras y su relación con las humanidades digitales12Alan Liu, «Toward Critical Infrastructure Studies», 2018; Urszula Pawlicka-Deger, «Infrastructuring Digital Humanities: On Relational Infrastructure and Global Reconfiguration of the Field», Digital Scholarship in the Humanities, 17 de septiembre de 2021, fqab086, https://doi.org/10.1093/llc/fqab086; James Malazita, «Epistemic Infrastructure, the Instrumental Turn, and the Digital Humanities», People, Practice, Power: Digital Humanities Outside the Center, ed. Ángel David Nieves, Anne B. McGrail, y Siobhan Senier (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2021), 3-23; María José Afanador-Llach y Andres Lombana-Bermudez, «Developing New Literacy Skills and Digital Scholarship Infrastructures in the Global South. A Case Study», Global Debates in the Digital Humanities, ed. Domenico Fiormonte, Sukanta Chaudhuri, y Paola Ricaurte (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2022), 225-38..

§8HGuardar marcapáginas En esa línea, la visión del gasto y la energía que propongo acá puede darnos una visión más amplia de lo que estas infraestructuras conllevan. Así, el planteamiento podría ser ligeramente diferente: las infraestructuras de las humanidades digitales pueden ser formas de facilitamiento del trabajo humano, a través de prácticas asociativas y organizativas, o de trabajo automático a través de tecnologías computacionales o incluso fuerzas naturales redireccionadas en su función. Esta distinción entre trabajo humano y no-humano, no obstante, es difusa, y ver sus relacionamientos también nos revela las posibles tensiones infraestructurales del campo.

§9HGuardar marcapáginas Hace tiempo, las computadoras eran personas, principalmente mujeres, que trabajaban haciendo cálculos tediosos manualmente para fines industriales, militares y científicos13David Alan Grier, When Computers Were Human (Princeton University Press, 2013).. Hoy, cuando hablamos de una computadora usualmente hacemos referencia a una máquina capaz de hacer esas mismas operaciones en escalas y velocidades humanamente imposibles, usadas para todo tipo de aplicaciones de la vida cotidiana. Esto, no obstante, no quiere decir que el esfuerzo humano haya desaparecido, sino que se ha hecho más invisible, se ha integrado a la transparencia de la máquina y al bajo perfil de las grandes infraestructuras. La aparente automatización oculta el trabajo que seres humanos han realizado para construir y mantener la operación de las infraestructuras y las condiciones en que lo hacen, las formas de financiación que las sustentan, y los presupuestos que las definen, entre otras formas de operación implícita.

§10HGuardar marcapáginas Como se ha hecho evidente en capítulos anteriores, gran parte del interés por lo digital en las humanidades radica en usar la computación como una infraestructura que facilita realizar tareas repetitivas o de gran escala de forma automatizada. Estas tareas pueden ser cosas tales como procesar millones de palabras para encontrar patrones comunes en obras literarias; analizar cientos de miles de píxeles en imágenes; producir elementos multimedia a través de código; crear ediciones y colecciones en línea con cientos de elementos digitalizados; responder preguntas o resumir información a través de inteligencias artificiales; o servir sitios web y archivos a grandes cantidades de usuarios de forma inmediata, por proponer algunos ejemplos. Pero esta fascinación por el volumen y la velocidad nos puede hacer olvidar las decisiones y formas de trabajo subyacentes y las bases humanas y naturales de la computación.

§11HGuardar marcapáginas Por ejemplo, como lo muestra un estudio de Colbert, Li, Schwartz y Satten-Lopez, la mayoría de páginas escaneadas en la colección del Internet Archive, que alberga un número enorme de libros digitalizados en un acceso relativamente abierto —39 millones de textos al momento de escribir esto—, fueron realizadas en China y Filipinas, en unas condiciones laborales muy inferiores a las de otros centros de escaneo en el mundo14Eleanor Colbert et al., «Scanning Labor» (Scanning Labor, 2022), https://scanninglabor.github.io/IAScanningLabor/credits.html.. El interactivo 14 es una visualización de las páginas escaneadas en distintas partes del mundo a través del tiempo; el número de escaneos tercerizados en países asíaticos es abismalmente diferente con otras partes del mundo. De acuerdo con personas entrevistadas por estos investigadores, los problemas de espalda y las largas horas de trabajo tenían como efecto una rotación y cambio de empleados más recurrente en estos países que, digamos, en las universidades de Estados Unidos o Europa, donde empezaron los procesos de escaneo a menor escala y con mejores condiciones laborales. Aunque el Internet Archive se presenta como un proyecto humanístico democratizante, pues facilita el acceso cultural a millones de personas, las formas en las que construye y se mantiene su infraestructura conlleva, paradójicamente, prácticas explotativas en formas de trabajo humano que no se hacen explícitas.

Interactivo 14. Cantidad de páginas escaneadas por mes en centros de digitalización para colecciones del Internet Archive. El deslizador cambia el rango temporal y pasar el cursor por los puntos muestra el centro de escaneo y el número de páginas. Los datos fueron recogidos por Eleanor Colbert, Lucian Li, Elizabeth Schwartz y David Satten-Lopez. Esta visualización se hace con su autorización.

§12HGuardar marcapáginas Situaciones como esta puede recordarnos la historia del Turco Mecánico, un autómata del siglo XVIII que en ferias y shows se presentaba como una máquina capaz de jugar magistralmente el ajedrez cuando, en realidad, la máquina era controlada por un humano escondido en su interior (figura 24). Hoy en día, la multimillonaria empresa Amazon tiene un servicio de outsourcing, que de forma cínica también llama Turco Mecánico (figura 25), y que gestiona el trabajo pequeño y repetitivo de miles de personas para proyectos que requieren trabajo humano simple pero tedioso a gran escala15Moritz Altenried, «The Platform as Factory: Crowdwork and the Hidden Labour Behind Artificial Intelligence», Capital & Class 44, n.º 2 (junio de 2020): 145-58, https://doi.org/10.1177/0309816819899410; Lilly Irani, «The Cultural Work of Microwork», New Media & Society 17, n.º 5 (mayo de 2015): 720-39, https://doi.org/10.1177/1461444813511926.; mucho de ese trabajo sucede, justamente, para servir a la academia, que en tiempos de culturas digitales y masivas redes neuronales está hambrienta de grandes datos para analizar y para entrenar máquinas16Adam J. Berinsky, Gregory A. Huber, y Gabriel S. Lenz, «Evaluating Online Labor Markets for Experimental Research: Amazon.Com's Mechanical Turk», Political Analysis 20, n.º 3 (2012): 351-68, https://doi.org/10.1093/pan/mpr057. con inteligencia artificial que, esperan, sea el demonio del futuro.

Figura 24. El turco mecánico era un autómata del siglo XVIII que, supuestamente, podía jugar ajedrez por medio de sus complejos mecanismos. En realidad, una persona se ocultaba en su interior y lo controlaba. (Fuente, Wikimedia - Dominio Público)
Ilustración de una máquina con forma humanoide que puede jugar ajedrez
Figura 25. Pantallazo del servicio de Amazon llamado Turco Mecánico, una plataforma de crowdsourcing en el que se contrata una fuerza de trabajo para hacer tareas digitales repetitivas, como clasificar imágenes para crear datos para modelos de aprendizaje automático e inteligencia artificial
Ilustración de una máquina con forma humanoide que puede jugar ajedrez

§13HGuardar marcapáginas En un sentido similar, en A Geology of media —o Una geología de los medios—, Jussi Parikka17Jussi Parikka, A Geology of Media, Electronic Mediations, volume 46 (Minneapolis ; London: University of Minnesota Press, 2015). muestra cómo los grandes centros de procesamiento de datos, que corren modelos de inteligencia artificial o que alojan la información masiva de lo que eufemísticamente llamamos la nube, aprovechan zonas heladas de países del norte del planeta con capas subterráneas de permafrost o ríos que eran usados para mover molinos en otros tiempos para enfríar los servidores que están día y noche haciendo computaciones. Es decir, el planeta, este demonio de Maxwell, literal y metafóricamente, está haciendo trabajo para bajar la velocidad de las moléculas que se agitan incansablemente por las necesidades constantes de información digitalizada de las sociedades contemporáneas. Aun así, la máscara de la interfaz digital nos oculta estos procesos, y nos presenta a la computación como un proceso transparente y fluido, y a la reducción de la incertidumbre como un acontecimiento que se da sin más. La materialidad del mundo digital se disimula en la aparente infinidad de recursos que se reciclan una y otra vez, los archivos que se crean y se eliminan en los mismos bytes del disco duro del computador personal, una materia infinitamente transformable. Adicionalmente, se disimula quiénes son los creadores de tales infraestructuras, y qué decisiones toman en su diseño, implementación y uso, y, adicionalmente, cómo podemos auditarlas y mejorarlas.

§14HGuardar marcapáginas Con este panorama aparece una necesidad crítica: como afirma Ernesto Priego, "lo 'digital' en las humanidades digitales no puede desconectarse de los métodos e infraestructuras a través de los cuales tal investigación fue producida y diseminada, y esto incluye pensar en aquellos que están siendo dejados por fuera de esos mecanismos"18Ernesto Priego, «Can the Subaltern "Do" DH? A Reflection on the Challenges and Opportunities for the Digital Humanities», Global Debates in the Digital Humanities, ed. Domenico Fiormonte, Sukanta Chaudhuri, y Paola Ricaurte (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2022), 28.. En otras palabras, es necesario que desde las humanidades digitales se visibilicen y cuestionen las propias infraestructuras que las soportan, y, añadiría, también las infraestructuras que soportan a las culturas digitales en general, si seguimos el proyecto crítico de las humanidades que se ha elaborado en otras partes de esta disertación y la labor de auditoría que debe recaer sobre los humanistas digitales.

§15HGuardar marcapáginas Buscando este fin, como plantea Bruno Latour, para entender controversias en la relación entre ciencia, tecnología y sociedad, es útil fijarse y estudiar varios aspectos: las innovaciones; las implementaciones extrañas, exóticas, arcaicas o misteriosas; los archivos, documentos, memorias, colecciones de museos, etc; incluso, propone, hacer historia contrafactual y ciencia ficción19Bruno Latour, Reassembling the Social: An Introduction to Actor-Network-Theory (Oxford ; New York: Oxford University Press, 2005).. Con ese espíritu, este capítulo se centra entonces en las tensiones particulares alrededor de las infraestructuras usadas para las prácticas de las humanidades digitales en América Latina. Especialmente, en los efectos que trae carecer de ciertas infraestructuras o poder acceder a ellas solo parcialmente, es decir, las brechas de todo tipo para las humanidades digitales en nuestro contexto. También explora la búsqueda de autonomía en el uso de infraestructuras importadas o en la creación de infraestructuras propias para la constucción de conocimiento situado. En estas ondulaciones surgen limitaciones pero también apropiaciones diversas y formas alternativas de relacionamiento infraestructural. Finalmente, en la última parte del capítulo hago una propuesta de línea de trabajo que medie estos problemas: la construcción de comunes digitales bajo principios de generosidad y reciprocidad.

8.2. ¿Modelos importados que no son la solución?

§16HGuardar marcapáginas La situación crítica de la región debe reconocerse como una realidad y no como una restricción, como Simón Rodríguez, el mentor de Bolívar, dijo, 'o inventamos, o fallamos' —Francisco Sagasti - Crisis and challenge. Science and technology in the future of Latin America20Francisco R. Sagasti, «Crisis and Challenge. Science and Technology in the Future of Latin America», Futures 21, n.º 2 (abril de 1989): 168, https://doi.org/10.1016/0016-3287(89)90004-9.

§17HGuardar marcapáginas Si desde los procesos independentistas se establecieron fuertes discusiones acerca de la identidad latinoamericana y la autenticidad de su humanismo, como elaboré en el capítulo 5, desde los años cincuenta del siglo pasado, con el auge de las políticas neoliberales y los procesos de apertura económica en varias naciones, se plantearon múltiples discusiones acerca de la relación entre ciencia, tecnología y sociedad en nuestro contexto. Especialmente entre los años sesenta y noventa, varios pensadores vinculados como asesores en instituciones gubernamentales y organizaciones internacionales —como la OEA, la ONU, la CEPAL, entre otras— elaboraron diagósticos y proyectos para posicionar a las naciones latinoamericanas en el cambiante mundo de la ciencia y las aplicaciones tecnológicas industriales. La tabla 6 ofrece un recuento de afirmaciones de los pensadores de esta generación. De allí surgieron críticas a la dependencia con respecto a otros países; la defensa de la producción endógena vs. la exógena; discusiones acerca de la transferencia tecnológica y sus efectos; propuestas para atajar el atraso en el desarrollo; proyectos para mejorar las relaciones entre la industria, la sociedad civil y la infraestructura científico-tecnológica; manifiestos acerca de la construcción de circulos virtuosos en la investigación y la industria; y elaboraciones acerca de la relación con las tecnologías y los saberes autóctonos21Máximo Halty Carrere, «¿Hacia Un Nuevo Orden Tecnológico?», Estudios Internacionales 8, n.º 32 (1975): 33-50; Amilcar O. Herrera, «La Creación de Tecnología Como Expresión Cultural», Nueva Sociedad, diciembre de 1973; Jorge A. Sabato, «El Cambio Tecnológico Necesario y Posible», Estudios Internacionales 9, n.º 36 (1976): 24-41, http://www.jstor.org/stable/41390865; Francisco R. Sagasti, «Towards Endogenous Science and Technology for Another Development», Technological Forecasting and Social Change 16, n.º 4 (abril de 1980): 321-30, https://doi.org/10.1016/0040-1625(80)90040-2; Sagasti, «Crisis and Challenge. Science and Technology in the Future of Latin America».. Estos teóricos tenían la particularidad de que, por el espíritu de la época, ofrecían análisis desde lógicas globales y en escalas temporales extensas, pues buscaban dar lugar a grandes proyectos a largo plazo para toda la región22Renato Dagnino, «El Pensamiento En Ciencia, Tecnología y Sociedad En Latinoamérica : Una Interpretación Política de Su Trayectoria», Redes 7, n.º 3 (1996), http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/504..

Tabla 6. Diagnósticos de algunos teóricos de la Ciencia, Tecnología y Sociedad con respecto a América Latina entre los años 70 y 90

§18HGuardar marcapáginas Con el tiempo, no obstante, la visión de estos primeros teóricos de la Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), que por su participación en entidades gubernamentales y organizaciones internacionales tenía un claro enfoque centrado en la construcción de políticas públicas, fue quedando relegada por falta de adopción real, y se extendió una visión más que todo pasiva del desarrollo tecnológico en el continente23Pablo Kreimer y Hebe Vessuri, «Latin American Science, Technology, and Society: A Historical and Reflexive Approach», Tapuya: Latin American Science, Technology and Society 1, n.º 1 (enero de 2018): 17-37, https://doi.org/10.1080/25729861.2017.1368622.. Es decir, una visión principalmente basada en la importanción de tecnologías exteriores y su apropiación en contextos locales, con el agravante de la fuga de cerebros de científicos locales.

§19HGuardar marcapáginas Como afirma Jesús Martín Barbero, ya para los años 70, "atadas por sus privilegios y encandiladas por la mitología de lo científico, las élites de poder latinoamericanas no han tenido el menor inconveniente en renunciar a producir la ciencia y la tecnología que sus países necesitaban, favoreciendo incluso el éxodo de los científicos hacia las verdaderas 'patrias de la ciencia'"24Jesús Martín-Barbero, Procesos de comunicación y matrices de cultura: itinerario para salir de la razón dualista (México: Gili, 1989).. Esto, como resultado, llevó a un proceso regional de tecnologización sin industrialización, es decir, una actualización tecnológica a través de la transferencia —sin un fundamento formativo— de los procesos industriales subyacentes para su creación o su desarrollo situado25Sagasti, «Towards Endogenous Science and Technology for Another Development».. De acuerdo con Arocena y Senker, "en los 1900, los roles de Escandinavia y América Latina en la economía mundial eran más o menos similares —basadas en exportaciones de materias primas a países industrializados. Pero la distribución del ingreso en países escandinavos era más equitativa, y las tradiciones eran relativamente más favorables hacia la tecnología"26Rodrigo Arocena y Peter Senker, «Technology, Inequality, and Underdevelopment: The Case of Latin America», Science, Technology, & Human Values 28, n.º 1 (enero de 2003): 27, https://doi.org/10.1177/0162243902238493.. Podríamos decir entonces que se asentó una resignación a ser consumidores tecnológicos más que productores, y que esto se convirtió en una tendencia definitiva en los años ochenta, una "década perdida" según Arocena y Senker27Arocena y Senker, «Technology, Inequality, and Underdevelopment»..

§20HGuardar marcapáginas Incluso países proteccionistas de la industria tecnológica en nuestro contexto vieron que sus esfuerzos por mantener un alto grado de producción endógena se veían aplastados por la competencia global, la presión legal derivada de los intereses económicos de grandes empresas transnacionales, y los reclamos internos por apertura económica y acceso a la diversidad de productos de consumo del mundo globalizado. Especialmente hubo grandes dificultades para la producción interna en términos de optimización de producción y obtención de patentes industriales28Fabián Prieto Ñañez, «Interacciones de La Computación y La Vida Cotidiana En Los Ochenta», Tecnologías de La Comunicación: Una Breve Historia Material, ed. Sandra Sánchez y Jimena Zuluaga Trujillo (Bogotá: Universidad de los Andes, Centro de Estudios en Periodismo, Facultad de Artes y Humanidades, 2019), 135-54.. El caso más claro de esta situación fue Brasil, que desde los años setenta desarrolló una prometedora industria interna de producción de computadores de escritorio y minicomputadores derivada de estrictas políticas de limitación a la importación que, poco a poco y en un par de décadas, decayó por presión gubernamental de Estados Unidos e industrias como IBM, así como por el mercado negro que surtía de computadores contrabandeados de otras partes del mundo, como Taiwan, con mejores características que la producción local29Peter B. Evans, «Declining Hegemony and Assertive Industrialization: U.S.-Brazil Conflicts in the Computer Industry», International Organization 43, n.º 2 (1989): 207-38, https://doi.org/10.1017/S0020818300032896; Erick D. Langer, «Generations of Scientists and Engineers: Origins of the Computer Industry in Brazil», Latin American Research Review 24, n.º 2 (1989): 95-111, https://doi.org/10.1017/S0023879100022846..

§21HGuardar marcapáginas Como afirma el historiador Fabian Prieto Ñañez, "en Brasil, como lo ha mostrado el historiador da Costa Marques, un grupo de ingenieros construyó una versión local del computador Apple ii. Conocido en su momento como el Mac de la periferia, el diseño del prototipo Unitron se hizo a partir de procesos de ingeniería inversa, en los que, a través del análisis del funcionamiento de las partes, se podía generar una versión que simuló el funcionamiento del original".30Prieto Ñañez, «Interacciones de La Computación y La Vida Cotidiana En Los Ochenta», 145. Este tipo de empresas de autonomía industrial y tecnológica tuvo múltiples efectos sociales. Por ejemplo, recordemos la producción artística digital brasilera que mencionamos en el capítulo 5, como el caso de Waldemar Cordeiro y su manifiesto de la Arteônica31Waldemar Cordeiro, «"Arteonica": Electronic Art», Leonardo 30, n.º 1 (1997): 33, https://doi.org/10.2307/1576373., que aprovechó la industralización del país para producir obras computacionales de vanguardia. Aquí vale la pena citar nuevamente una de sus afirmaciones:

§22HGuardar marcapáginas "En Brasil, el arte computacional empezó en 1968. Tiene antecedentes metodológicos en el Arte Concreto, que apareció en los 1940s tardíos y alcanzó su punto máximo en los 1950s y 1960s. El Arte Concreto era la única forma de arte en Brasil en utilizar métodos creativos digitales. Coincidente con el más alto periodo de industrialización en el país, el Arte Concreto tuvo una influencia enorme en la vanguardia brasilera en campos como la poesía, la música y el diseño gráfico"32Ibid..

§23HGuardar marcapáginas Tal vez el ejemplo más dramático de la destrucción de una infraestructura tecnológica latinoamericana fue el proyecto de cybernética socialista Cybersyn desarrollado por el gobierno de Salvador Allende en Chile. Como lo ha estudiado profundamente la investigadora Eden Medina33Eden Medina, Cybernetic Revolutionaries: Technology and Politics in Allende's Chile (Cambridge, Mass: MIT Press, 2014)., Cybersyn constituyó un proyecto de organización por medios tecnológicos digitales de la industria del país, guiada por el cibernético inglés Stafford Beer, pero tuvo una enorme influencia en otros campos, como la arquitectura, el diseño y la organización social. Sin embargo, la situación política y el golpe militar llevaron al fin del proyecto y a la emigración de múltiples científicos fuera de Chile, entre ellos, Ricardo Uribe, Francisco Varela y Fernando Flores quienes desarrollaron importantes carreras científicas y empresariales en el exterior. De hecho, si recordamos, Varela y Uribe propusieron algunos de los pilares teóricos que hilan el capítulo 7 sobre formación de comunidad.

§24HGuardar marcapáginas A pesar del fenómeno de la gradual asimilación de la tecnología exógena, los primeros teóricos de la CTS plantearon ideas que hoy en día siguen siendo vigentes. Por ejemplo, la importancia del conocimiento situado, la intervención de múltiples actores y sectores en el desarrollo y uso de tecnologías, el aprovechamiento de los conocimiento autóctonos y los recursos locales, o la responsabilidad con el medio ambiente34Dagnino, «El Pensamiento En Ciencia, Tecnología y Sociedad En Latinoamérica ».. Así, en el presente, las discusiones que hubo en esos años han tomado otros rumbos, no porque se hayan resuelto, sino porque se han exacerbado los problemas, han aparecido unos nuevos y se han replanteado los conceptos: el cuestionamiento del desarrollismo, es decir, la creencia de que el desarrollo económico es el propósito primordial de las sociedades; la necesidad de una decolonización del conocimiento; la defensa del pluralismo y la interculturalidad; las intervención en el cierre de las brechas tecnológicas en un mundo globalizado pero muy desigual; la producción de tecnologías marginales y fuera del estado y las instituciones; o el trabajo para frenar grandes procesos de destrucción ecológica como el calentamiento global o los desequilibros sociales y ambientales causados por el extractivismo35Kreimer y Vessuri, «Latin American Science, Technology, and Society»; Eden Medina, Ivan da Costa Marques, y Christina Holmes, eds., Beyond Imported Magic: Essays on Science, Technology, and Society in Latin America, Inside Technology (London, England Cambridge, Massachusetts: The MIT Press, 2014)..

§25HGuardar marcapáginas El enfoque global y de largo plazo de décadas pasadas, adicionalmente, tenía fuera de foco a las formas alternativas de producción tecnológica en los márgenes, que hackean, apropian, transforman o crean infraestructuras propias, no como parte de políticas estatales o de grandes organizaciones sino como formas autónomas de participación ciudadana y resolución de problemas locales. Además, incluso más que proyectos de nación, como sucedía en los sesentas del siglo pasado, hoy hay interés en ver las formas comunitarias de hacer trabajo para facilitar el trabajo y en las formas locales de apropiación y producción infraestructural a pequeña escala36Rosalba Casas y Tania Pérez-Bustos, eds., Ciencia, Tecnología y Sociedad En América Latina: La Mirada de Nuevas Generaciones (Buenos Aires: Clacso, 2019); Óscar Moreno-Martínez y Javier Guerrero-Castro, «The Gray Zones of Innovation: The Illegal and the Informal in Marginal Worlds», Tapuya: Latin American Science, Technology and Society 3, n.º 1 (1 de enero de 2020): 435-40, https://doi.org/10.1080/25729861.2020.1849489.. Adicionalmente, a la visión de gran escala que establecía diferencias entre naciones tecnológicas y naciones dependientes se suma la visión granular de las distintas formas de apropiación tecnológica pequeña en la diversidad de comunidades dentro de cada país, región, ciudad, etc. Es decir, matices mínimos en el entramado complejo de las infraestructuras tecnológicas. Afortunadamente, en el presente existen prometedores estudios del pasado y el presente de la ciencia y tecnología en nuestro contexto, como los trabajos en curso de investigadores como Ocean Arboniés Flores acerca de las industrias de computadores en Puerto Rico o Jorge Rojas Álvarez acerca de las escuelas radiofónicas de Radio Sutatenza en Colombia.

8.3. Un eje infraestructural de las humanidades digitales

§26HGuardar marcapáginas En el caso particular de las humanidades digitales en América Latina, quiero centrarme en un efecto particular de estas dinámicas del desarrollo tecnológico e infraestructural en nuestro contexto: existe un movimiento que oscila entre crear infraestructuras propias para resolver problemas locales o aprovechar infraestructuras ajenas que ya han sido diseñadas, construidas y estandarizadas desde una visión universalizante. O dicho de otra manera, una tensión entre dedicar energía y trabajo en hacer infraestructuras situadas o en dedicarlo a realizar proyectos concretos con infraestructuras existentes. Por supuesto, más que una oposición en blanco y negro, esta tensión establece unos ejes de posibilidad en los cuales distintos agentes practicantes de las humanidades digitales se mueven, como en las nubes metafóricas propuestas y dibujadas en el capítulo 2. Hacer la distinción es útil, de todos modos, para conceptualizar tales posibilidades. Además, se abre espacio para preguntas como ¿cómo intervenir en las infraestructuras ajenas?, ¿cómo apropiarlas adecuadamente?, ¿cómo establecer procesos colaborativos entre distintas escalas infraestructurales y distintos contextos?

§27HGuardar marcapáginas Por un lado, adoptar tecnologías externas puede traer el beneficio de la actualización, la agilidad y la interoperabilidad. Es decir, estar a la par, trabajar al mismo ritmo, y usar el mismo lenguaje que otros proyectos de humanidades digitales desarrollados en el mundo. Por ejemplo, hacer uso de software abierto, producido por comunidades amplias en la esfera pública de internet, puede facilitar prácticas de las humanidades digitales que no serían posibles de otro modo37Gimena Del Rio Riande, «Humanidades Digitales o Las Humanidades En La Interesección de Lo Digital, Lo Público, Lo Mínimo y Lo Abierto», Publicaciones de la Asociación Argentina de Humanidades Digitales 3 (2022).. Así, pueden llevarse a cabo proyectos de humanidades digitales que dialogan globalmente y que permiten aportar al ejercicio de la interpretación de la cultura humana entendida en términos generales.

§28HGuardar marcapáginas No obstante, estas ventajas también conllevan amoldarse a formas estandarizadas de investigación que no necesariamente corresponden o que limitan los intereses del contexto local. Como afirma Ernesto Priani, "que el proceso de maduración de una comunidad científica, como la de las HD en Latinoamérica, consista en la adopción de unos estándares ya dados, puede describirse como parte de un proceso de colonización del conocimiento. En la medida en que los estándares no son resultado de los propios procesos de producción de conocimiento regional, son una forma de normalizar ese conocimiento a partir de modelos creados por la comunidad que domina las HD"38Ernesto Priani Saisó, «Codificación y Buenas Prácticas. Crítica a La Delimitación de Las Humanidades Digitales En América Latina.», Relaciones Estudios de Historia y Sociedad 40, n.º 158 (8 de noviembre de 2019): 134, https://doi.org/10.24901/rehs.v40i158.343.. Así, el problema no está propiamente en la adopción de un modelo que se pretende universal, sino en que ese universalismo en realidad está construido por una visión hegemónica que lo impone como fundamento y medida. Esto tiene ecos, una vez más, en la discusión del capítulo 5 sobre la línea de base del humanismo, y el modelo por defecto del Humano occidental, basado en una narrativa única que se plantea como un molde para todo lo demás.

§29HGuardar marcapáginas Por otro lado, producir infraestructuras propias puede dar como resultado proyectos más adaptados a las necesidades locales de las humanidades digitales en América Latina. Por ejemplo, más receptivos de la diversidad cultural, o más abiertos a grupos que han sido marginalizados en la tradición humanística, o como una oportunidad creativa para cuestionar las teorías y metodologías establecidas que antagonizan a sistemas de creencias alternativos, y para cuestionar las formas de circulación y validación del conocimiento convencional (el artículo o la monografía).39Edgar Gómez-Cruz, Paola Ricaurte, y Ignacio Siles, «Descolonizando Los Métodos Para Estudiar La Cultura Digital: Una Propuesta Desde Latinoamérica», Cuadernos.info, n.º 54 (2023): 173, https://doi.org/10.7764/cdi.54.52605. Además, como se elabora en el capítulo 6, esta producción propia nos acerca a un entendimiento profundo de las lógicas de las tecnologías digitales y, a su vez, a una visión más rica que fundamente un marco crítico para las humanidades digitales como estudio de las culturas contemporáneas.

§30HGuardar marcapáginas Pero, también, como dijimos en la introducción de este capítulo, la construcción de estas infraestructuras requiere de un demonio invisible que produzca organización, es decir, unas formas de trabajo que en el largo plazo faciliten el trabajo. Por supuesto, este demonio es una metáfora de un ejercicio humano que requiere de conocimientos, habilidades, recursos, tiempo y motivación con las que no necesariamente se cuenta en las instituciones y comunidades informales que soportan las humanidades digitales en nuestro contexto. Como afirma Fernández L'Hoeste, "una configuración puede sumar el saber-cómo básico e incluso el nivel de educación necesario para su operación, pero, sin los medios económicos apropiados o la infraestructura, poco parece viable"40Héctor Fernández l'Hoeste y Rodríguez, «Introduction: In and Out of Digital Humanities; Nations, Networks, and Practices in Latinx America», Digital Humanities in Latin America, ed. Héctor D. Fernández l'Hoeste y Juan Carlos Rodríguez (Gainesville: University of Florida Press, 2020), 2.. Una adaptación personalizada de la tecnología, como sucede con el caso de Brasil ejemplificado antes, debe competir con alternativas prehechas, que ya tienen terreno ganado en la oferta gracias al desarrollo de infraestructuras previas, y por eso requiere de un empujón suficientemente fuerte para lograr una nivelación o un valor particular y una forma de sostenibilidad que la mantenga con vida.

§31HGuardar marcapáginas Esta encrucijada, en los extremos, puede llevar a dos formas de pasmación advertidas por Jorge Sábato, uno de aquellos primeros teóricos de la CTS en América Latina: "se llega así a una de dos posiciones igualmente nefastas: a la peor de las tecnolatrías, la del mimetismo o la copia, o a la denuncia furibunda que esteriliza al no proponer alternativas viables"41Sabato, «El Cambio Tecnológico Necesario y Posible», 32.. Superar este impasse necesita entonces de una negociación entre la autonomía y la dependencia, para aliviar las cargas, por así decirlo, y formas de colaboración con las infraestructuras dominantes para, aunque sea mínimamente, intervenir en ellas y retroalimentarlas, si son generosas, o aprender de ellas para crear derivaciones si es suficientemente fuerte el espírtu hacker de deconstruir y reconstruir. Como diría Boaventura de Sousa Santos, "Las personas y los grupos sociales tienen derecho a ser iguales cuando la diferencia los inferioriza, y el derecho a ser diferentes cuando la igualdad los descaracteriza"42Boaventura de Sousa Santos, The End of the Cognitive Empire: The Coming of Age of Epistemologies of the South (Durham: Duke University Press, 2018), 10..

§32HGuardar marcapáginas En cualquiera de los casos, la necesidad que se presenta implica, de algún modo u otro, cerrar brechas, es decir, limitaciones para el ejercicio de la agencia de una comunidad particular. El cierre de estas brechas puede tener la dinámica de un círculo vicioso o uno virtuoso, en los términos de Jorge Sábato43Sabato, «El Cambio Tecnológico Necesario y Posible».. En otras palabras, un cierre que profundiza la diferencia inequitativa a pesar del acercamiento pragmático —como puede suceder con una tecnología prestada sobre la cual no se tienen ningún poder de decisión, auditoría o transformación— o un cierre que recursivamente mejora las condiciones frente a otras brechas y hace que la propia práctica sea sostenible, adaptable y mejorable.

8.3.1. Brechas exponenciales

§33HGuardar marcapáginas En las teorías matemáticas de análisis de redes, una red de escala libre es aquella en la que muy pocos nodos tienen una gran cantidad de conexiones con los demás, y, siguiendo una ley de potencia, la mayoría de los nodos tienen pocas conexiones entre sí44Albert-László Barabási y Réka Albert, «Emergence of Scaling in Random Networks», Science 286, n.º 5439 (15 de octubre de 1999): 509-12, https://doi.org/10.1126/science.286.5439.509.. Un fenómeno que demuestra este tipo de redes es el llamado apego preferencial, en el que los nodos de una red que tienen un número mayor de conexiones tiene mayor probabilidad de recibir conexiones nuevas en cada momento45Paul Krapivsky y Dmitri Krioukov, «Scale-Free Networks as Preasymptotic Regimes of Superlinear Preferential Attachment», Physical Review E 78, n.º 2 (21 de agosto de 2008): 026114, https://doi.org/10.1103/PhysRevE.78.026114.. El interactivo 15 presenta una simulación del fenómeno. Este comportamiento es análogo al denominado Efecto Mateo, a través del cual ocurre concentración de atención y prestigio científico en lugares centrales de producción46Robert K. Merton, «The Matthew Effect in Science: The Reward and Communication Systems of Science Are Considered.», Science 159, n.º 3810 (5 de enero de 1968): 56-63, https://doi.org/10.1126/science.159.3810.56.. Pensemos, por ejemplo, en la popularidad de un personaje público en internet, un influencer; su fama y la cantidad de seguidores que ya tiene hace que un algoritmo de recomendación en la plataforma de su preferencia lo privilegie en términos de exposición pública y promoción y, así, gane aún más seguidores en comparación con lo que lo haría una persona menos popular. Poco a poco la distancia de popularidad se agranda y se produce la distribución en potencia característica de estas redes.

Interactivo 15. Una simulación del fenómeno del apego preferencial. El tamaño de los nodos representa la probabilidad de que un nuevo nodo se conecte con ellos, y el color del nodo representa la distancia con el centro. Esta visualización puede pensarse como una metáfora del surgimiento de brechas y de la marginalización (es decir, el alejamiento del centro hacia las márgenes)

§34HGuardar marcapáginas La teoría del apego preferencial puede servirnos aquí como metáfora de las múltiples brechas existentes en las prácticas de las humanidades digitales en América Latina, pues nos permite reducir la explicación de múltiples fenómenos emergentes a la siguiente idea: quien ya tiene puede más facilmente tener más, y a quien menos tiene se le presentan más dificultades para desenvolverse en el mismo entorno en el mismo nivel de competencia. Por ejemplo, quien ya tiene privilegios idiomáticos, es decir, su lengua se usa como lengua franca para la comunicación en el mundo académico y en la cultura popular, como sucede con el inglés, tiene ventajas sobre personas que no son hablantes nativas de aquella lengua. Siguiendo la metáfora propuesta antes, tiene apego preferencial, se encuentra más en el centro y puede hacer conexiones más fácilmente. Como ha sido estudiado por Amano et al.47Tatsuya Amano et al., «The Manifold Costs of Being a Non-Native English Speaker in Science», ed. Ulrich Dirnagl, PLOS Biology 21, n.º 7 (18 de julio de 2023): e3002184, https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002184., esa ventaja inicial, a su vez, le trae otras ventajas adicionales al hablante nativo, como el tiempo libre que otros deben dedicar a aprender el idioma, o una suposición de validación mayor derivada de una competencia con el lenguaje adquirida más cotidianamente, y así se le aproximan más privilegios que acrecientan las brechas exponencialmente. En otras palabras, continuamente se refuerza su posición central, pues la infraestructura está diseñada para facilitar su trabajo, más no necesariamente el de otros, quienes deben emplear más energía para las mismas acciones y los mismos efectos. Recordemos, por ejemplo, la necesidad de crear comunidades informales que den cuenta de los trabajos de cuidado que deben realizar algunas personas interesadas en las humanidades digitales, como es el caso de R Ladies, mencionado en el capítulo 7.

§35HGuardar marcapáginas Como afirma Andrés Lombana Bermúdez48Andrés Lombana Bermudez, «La Evolución de Las Brechas Digitales y El Auge de La Inteligencia Artificial (IA)», Revista Mexicana de Bachillerato a Distancia 10, n.º 20 (15 de agosto de 2018): 17, https://doi.org/10.22201/cuaed.20074751e.2018.20.65884., las brechas digitales pueden ocurrir en varios niveles: el primero es el acceso a tecnologías y sistemas de conexión digitales, el segundo son las habilidades y prácticas socioculturales para la participación en línea y la producción de contenido, y el tercero es el aprovechamiento efectivo de los beneficios de tales tecnologías. Así, son múltiples y transversales las brechas digitales en las sociedades contemporáneas49Ramesh Srinivasan, Whose Global Village? Rethinking How Technology Shapes Our World (New York: New York University Press, 2017); Panayiota Tsatsou, «Digital Divides Revisited: What Is New about Divides and Their Research?», Media, Culture & Society 33, n.º 2 (marzo de 2011): 317-31, https://doi.org/10.1177/0163443710393865. y muchas de ellas se proyectan, como es de esperarse, sobre las prácticas de las humanidades digitales. Entre ellas, podemos contar brechas idiomáticas, epistemológicas, técnicas, educativas, económicas y organizativas. Podemos además pensar que estas brechas están paradas sobre infraestructuras que facilitan el trabajo a determinados grupos sociales de forma transparente, pero que brillan por su ausencia o por sus fallos para grupos que no las tienen o solo pueden hacer uso de ellas de forma limitada. Las brechas se encadenan unas a otras, pues, como muestra el fenómeno del apego preferencial, unos privilegios pueden llevar consigo otros más. Por ejemplo, las brechas idiomáticas se relacionan también con brechas epistemológicas —el tipo de temas que se estudian en las humanidades digitales— y con brechas técnicas —como el desarrollo y el tipo de tecnologías que se usan en proyectos de humanidades digitales—.

8.3.2. Un caso: la brecha idiomática

§36HGuardar marcapáginas Es claro que el inglés es un idioma propietario y que su capital genera plusvalía —Domenico Fiormonte - Taxation against Overrepresentation50Domenico Fiormonte, «Taxation against Overrepresentation? The Consequences of Monolingualism for Digital Humanities», Alternative Historiographies of the Digital Humanities, ed. Dorothy Kim y Adeline Koh (Santa Barbara: Punctum Books, 2021), 343.

§37HGuardar marcapáginas Analicemos mejor esta brecha que tomamos como ejemplo. En muchas de las prácticas que guardan relación con las humanidades digitales es necesario relacionarse con un lenguaje en particular: el inglés. Es el idioma por defecto en los congresos internacionales, como es regular en la academia en general; en las publicaciones científicas más reconocidas; en los términos que se usan en el código de programación; en los tutoriales y documentación del software; y en las formas de comunicación entre pares internacionales. Esto, visto positivamente, establece una interfaz con la que es posible moverse globalmente a través de un lenguaje común y da lugar a un intercambio con grupos diversos y a una forma de, paradójicamente, tener una ventana a otras formas de pensamiento. Sin embargo, Zoe LeBlanc, profesora de la Universidad de Illinois y miembro del comité editorial de Programming Historian, en nuestra entrevista, "está este efecto imperialista en donde el inglés está tan engranado en la infraestructura computacional que estamos viendo cómo impacta la forma en la que la gente trabaja en otros idiomas"51«Entrevista a Zoe LeBlanc», 4 de abril de 2023.. Este lenguaje común, que es nativo de una parte particular de la población del mundo, funciona como una infraestructura para ellos que deriva en brechas para otros; es un facilitamiento del trabajo para solo un grupo de personas que, además, ya cuentan con otras infraestructuras más, por el proceso acumulativo ya mencionado.

§38HGuardar marcapáginas Como afirma Fiormonte, "la dominación anglófona de las humanidades digitales produce una serie de efectos negativos: (1) previene la construcción de una comunidad de apoyo genuinamente democrática y multilingue (una de las señas de identidad de las ciencias humanas y sociales); (2) conecta la representación institucional (principalmente gobernada por anglófonos) con la selección y administración de herramientas y recursos, obstaculizando el pluralismo metodológico y epistemológico; (3) [...] los cambios de representación de la investigación en el campo de las humanidades digitales tienden a proyectar su propia naturaleza monolingüe en la disciplina completa"52Fiormonte, «Taxation against Overrepresentation? The Consequences of Monolingualism for Digital Humanities», 348.. Estos problemas indican un efecto nuevo del apego preferencial y de las brechas: además de los privilegios adquiridos, se ganan poderes de guardapuertas, o de embudo, para el acceso a distintas formas de participación y acción. En el caso del lenguaje, hablar la lengua franca nativamente deriva también en un poder de decisión sobre lo que se considera como estándar o como línea de base en las humanidades digitales.

§39HGuardar marcapáginas Por ejemplo, analiza Sanderman53Erin Sanderman, Deb Verhoeven, y Laura Mandell, «The 21º3'N of Separation of the Journal of Cultural Analytics: Mapping the First Five Years | Published by Journal of Cultural Analytics», Accedido en 3 de octubre de 2023, https://culturalanalytics.org/post/1144-the-21-3-n-of-separation-of-the-journal-of-cultural-analytics-mapping-the-first-five-years., aún es común una falta de diversidad en los proyectos y las directivas de las organizaciones internacionales de humanidades digitales —como la ADHO— a pesar de sus mejores esfuerzos para aumentar la participación de grupos no representados. Esta brecha se ha abordado en proyectos editoriales como la revista Reviews in Digital Humanities, que, como se menciona en el capítulo 6 tiene un enfoque basado en proyectos relacionados con grupos que han estado al margen de los proyectos de las humanidades digitales y, de hecho, del humanismo en general. Sin embargo, aún es necesario más trabajo que equilibre el terreno y que estructuralmente esté enfocado en el cierre de las brechas.

§40HGuardar marcapáginas Para ver más claramente los efectos de esta brecha idiomática, pensemos en un ejemplo concreto. El sistema de anotación de la Text Encoding Initative (TEI), o iniciativa de codificación de texto, es un conjunto de estándares que definen cómo anotar transcripciones de textos de una manera que sea legible para un computador —o que sea machine readable, en inglés—, es decir, que sea operable a través de formatos de datos con los que es posible hacer operaciones computacionales. TEI usa un sistema de convenciones que, dígamoslo así, son entendibles para humanos —pues usan palabras— y para la máquina —pues las usan de un modo restringido y claramente definido que puede convertirse en información digital—. El sistema de TEI se usa señalando distintas partes del texto con etiquetas y atributos, así: <etiqueta atributo="valor">contenido</etiqueta>. La figura 26 muestra un ejemplo de texto codificado con tal estándar y una reproducción fotográfica del texto original. De esta manera, TEI permite que personas en distintas instituciones a nivel global que trabajan en el campo de las humanidades digitales —en proyectos como ediciones críticas, o analisis textual y filológico— hablen un lenguaje común cuando están realizando proyectos con documentos de archivo como libros, correspondencia, poemas, documentos oficiales, prensa, etc. Un documento anotado con TEI permite convertir la estructura de los elementos que componen su texto en información en un formato con el que posteriormente pueden conservarse digitalmente, realizar búsquedas, o hacer computaciones y procesamientos adicionales.

§41HGuardar marcapáginas Desde latinoamérica se ha impulsado un fuerte trabajo de promoción y uso de TEI para proyectos de humanidades digitales. Aquí cabe destacar las investigaciones, tutoriales, y construcción de comunidad alrededor de TEI producidas por personas como Gimena del Rio en Argentina, Antonio Rojas-Castro en Alemania y Cuba, o Nicolás Vaughan en Colombia54Gabriel Calarco y Gimena del Río Riande, «Introducción a la publicación web de archivos TEI con CETEIcean», Programming Historian, 14 de diciembre de 2021, https://programminghistorian.org/es/lecciones/publicar-archivos-tei-ceteicean; Gimena Del Rio Riande y Susanna Allés-Torrent, «¿Quién Conforma La Comunidad de La TEI En Español? Análisis de Los Datos de Una Encuesta: Who Defines the Community of the TEI in Spanish? Data Analysis of a Survey», Journal of the Text Encoding Initiative, n.º 16 (18 de mayo de 2023), https://doi.org/10.4000/jtei.4927; Antonio Rojas-Castro et al., «Cómo Crear Ediciones Digitales Académicas Entre La Habana y Berlín. El Caso de Proyecto Humboldt Digital (ProHD): How to Create Digital Scholarly Editions between Havana and Berlin. The Case of the Project Humboldt Digital (ProHD)», Journal of the Text Encoding Initiative, n.º 16 (18 de mayo de 2023), https://doi.org/10.4000/jtei.4560; Nicolás Vaughan, «Introducción a la codificación de textos en TEI (parte 1)», Programming Historian, 27 de julio de 2021, https://programminghistorian.org/es/lecciones/introduccion-a-tei-1.. Esto demuestra que, al menos en el modo de relacionamiento con lo digital para la conservación de la memoria y la interpretación de la cultura, son pertinentes prácticas de codificado e infraestructuras como TEI.

Figura 26. Un texto de prensa codificado con TEI. Nótense las etiquetas en inglés usadas para la codificación
<TEI xmlns="http://www.tei-c.org/ns/1.0">
  <teiHeader> <fileDesc>   <titleStmt>     <title>El Tiempo</title>   </titleStmt>   <publicationStmt>     <p>Codificado por Sergio Rodríguez Gómez</p>   </publicationStmt>   <sourceDesc>     <p>Periódico El Tiempo. Lunes 5 de noviembre de 1934. Página 5. Texto por Whip</p>   </sourceDesc> </fileDesc>
  </teiHeader>
  <text> <body>   <div>     <head type="main">Aproximaciones</head>     <p>Y ahora: ¿Las humanidades clásicas bastan para formar las 'élites' directoras de un país moderno. No. Las clases directivas se nutren hoy de elementos muy complejos. Y las disciplinas clásicas sirven mucho menos que hace cincuenta años. La importancia de las técnicas, de los problemas económicos, del maquinismo, ha revolucionado el concepto de los hombres directivos. La educación ha tenido que adaptarse a esos cambios. El sostenimiento indefinido de la primacia de los estudios clásicos no está en armonía con las corrientes de la actual civilización. Pero, también, la descaparacición definitiva de esos estudios, el olvido de la tradición greco latina, significaría un retorno a la barbarie.</p>   </div> </body>
  </text>
</TEI>
Aproximaciones — Whip — 1934 (Fuente, Archivo del periódico El Tiempo en Google News)
Captura de pantalla de un texto tomado de prensa

§42HGuardar marcapáginas No obstante, hay una particularidad que salta a la vista. Aunque, en teoría, TEI está construído como un lenguaje común de codificación de textos, la suposición de base es que las etiquetas que se usan para anotar la estructura de los textos deben estar en inglés. Es decir, una persona que anota un texto en TEI y encuentra, por ejemplo, la mención de un nombre, no puede usar la etiqueta <nombre tipo="persona">Sergio</nombre> sino que debe usar la etiqueta estándar <name type="person">Sergio</name>. El inglés es la lengua que se da por sentado como forma de comunicación universal en este estándar. En otras palabras, que TEI sea interoperable significa que tiene la capacidad de funcionar en varios contextos, es un sistema generalizado, pero esa generalización no quiere decir que en realidad cubra las diferencias particulares de cada contexto, sino que es el contexto el que debe acomodarse a usar el inglés como lengua por defecto.

§43HGuardar marcapáginas Si lo llevamos a su lectura más crítica, esto puede interpretarse como un ejercicio de hegemonía cultural ejercido por instituciones y estados particulares que, ayudadas por el efecto de apego preferencial, justifican su hegemonía sobre la base de que sus infraestructuras ya tienen un uso extendido. Como afirman Sinykyn y Roland en su artículo Against Conglomeration, o Contra la aglomeración, "la Ley de Artes y Humanidades, que fundó el National Endowment for the Arts [Fondo Nacional de las Artes en Estados Unidos] en 1965, tenía como propósito el refuerzo de la hegemonía americana"55Dan Sinykin y Edwin Roland, «Against Conglomeration», Journal of Cultural Analytics 6, n.º 2 (20 de abril de 2021): 79, https://doi.org/10.22148/001c.22331.. Así, aquí podemos hablar de unas infraestructuras humanistas, en el sentido en el que están pensadas de manera viciada para facilitar el trabajo de definir una línea de base de lo Humano, como elaboramos en el capítulo 5 sobre la tradición de las humanidades. Como afirma Srinivasan, "si"global" quiere decir exportar valores occidentales, entonces estaremos ignorando tradiciones, valores y creencias diversas"56Srinivasan, Whose Global Village?, 48.. Por supuesto, al final siempre será necesario llegar a un acuerdo sobre las formas de comunicación y relacionamiento en proyectos que apuntan a la interoperabilidad, una intención babélica, si se quiere, pero esto no quiere decir asumir sin más y sin examinación lo que se define como universal o como línea de base, especialmente en términos de sus efectos y formación de brechas. Al respecto, la linguista Riva Quiroga comenta en nuestra conversación:

§44HGuardar marcapáginas "Yo creo que la barrera idiomática es brutal, y no solo brutal en términos de los recursos para aprender una herramienta computacional sino que también en términos de que la discusión sobre qué son las humanidades digitales se ha dado principalmente en inglés, y muchos de los libros que están ahí, los libros fundamentales para introducirse en el área, también están en inglés. Yo creo que es una infraestructura no solo tecnológica sino que también da acceso a esas discusiones que se están dando en distintas partes. Y eso hace que tenga algo de local nuestra aproximación"57«Entrevista a Riva Quiroga», 9 de febrero de 2022..

§45HGuardar marcapáginas Por ejemplo, un efecto desencadenado por esta diferencia idiomática es la menor visibilidad de la producción en otros idiomas. En un estudio de corpus acerca del tipo de citaciones que se hacen en las publicaciones de humanidades digitales en español, Jennifer Isasi y Gimena del Rio encontraron que, "como era de esperar, por un lado, la mayoría de las referencias bibliográficas recogidas pertenecen a alguno de los idiomas europeos mayoritarios, como el inglés o el español. En menor medida, son referencias de trabajos en francés o portugués, aunque hemos encontrado citas en algunas lenguas minoritarias de la Península Ibérica, como el catalán o el gallego. Por el contrario, no se identificó ninguna lengua originaria de América Latina."58Jennifer Isasi Velasco y Gimena Del Rio Riande, «¿En Qué Lengua Citamos Cuando Escribimos Sobre Humanidades Digitales?», Revista de Humanidades Digitales 7 (12 de abril de 2023): 133, https://doi.org/10.5944/rhd.vol.7.2022.36280.. En otros términos, la comunidad en general, al seguir las reglas de la lengua franca y la línea de base idiomática, debe adaptarse a usarla como interfaz para la comunicación global, pero no existe la misma generosidad cuando se trata de referenciar o reconocer la producción en otros idiomas. Esto representa un proceso de invisibilización y, en términos infraestructurales, de mayor esfuerzo, en escala exponencial, para quienes no se encuentran ya en el centro.

§46HGuardar marcapáginas Es por esto que atajar las brechas digitales no solo es una tarea importante para acabar con las diferencias de oportunidad en el presente, sino también para disminuir el efecto exponencial en el futuro de este fenómeno que sigue las lógicas de la escala libre. La dificultad, sin embargo, también crece potencialmente. Es un efecto de fuga —o runaway59Gregory Bateson, Mind and Nature: A Necessary Unity (New York: Dutton, 1979), https://books.google.com?id=EvXWAAAAMAAJ. como lo describiría el antropólogo y cibernétista Gregory Bateson. Es decir, como un crecimiento que, aparentemente, puede continuar sin destruir al sistema pero que mantiene unas relaciones de poder desiguales. El efecto de fuga es, al final, la coexistencia de escalas diametralmente distintas dentro de un mismo sistema, bajo la apariencia de la competencia equilibrada. Si recordamos lo dicho en el capítulo 7 sobre la formación de comunidades, podemos afirmar que el efecto de fuga existe en los límites de la sostenibilidad del sistema.

§47HGuardar marcapáginas Ante esta circunstancia, en nuestra conversación, Antonio Rojas Castro60«Entrevista a Antonio Rojas Castro», 3 de octubre de 2022. enfatiza la necesidad de proyectos de localización que cierren las brechas idiomáticas. Es decir, no solo la traducción, sino también la contextualización del idioma a un grupo de hablantes en particular. Estos procesos deben facilitarse, por diseño, en las infraestructuras que tienen ínfulas universalizantes, como el software de las humanidades digitales —como TEI—, sus eventos y publicaciones. En otras palabras, las infraestructuras deben construirse siguiendo procesos de internacionalización, es decir, procesos a través de los cuales sea posible y se facilite la transformación del estándar para adaptarlo a idiomas concretos y particularidades semánticas locales61Adrian Mackenzie, «Internationalization», Software Studies: A Lexicon, ed. Matthew Fuller, Leonardo Books (Cambridge, Mass: MIT Press, 2008), 153-61.. Así se construye una relación recíproca entre la línea de base de la interfaz que facilita la comunicación entre grupos diversos y la generosidad para retribuir a esos grupos de una forma que se adapte a sus propias visiones de mundo.

§48HGuardar marcapáginas En las siguientes secciones exploro distintas formas en las que las humanidades digitales en América Latina han asumido estas brechas de formas generativas y productivas, así como las dificultades que han aparecido en ese camino, y, finalmente, el concepto de infraestructuras generosas y arraigadas como línea de trabajo futuro para las humanidades digitales.

8.3.3. Paradojas de la escalabilidad

§49HGuardar marcapáginas La escalabilidad, de forma similar al proceso de interoperabilidad que elaboramos en el capítulo 6, es un principio organizativo por el cual se busca crear infraestructuras que sean transferibles de un contexto a otro y que funcionen establemente en situaciones en las que el volumen de trabajo puede incrementar rápidamente. Escalar, entonces, quiere decir cambiar una infraestructura de tamaño sin afectar demasiado sus fundamentos organizativos. Como afirman Hanna y Park, "el pensamiento a escala requiere unidades de trabajo que sean intercambiables, abstractas y universales"62Alex Hanna y Tina M. Park, «Against Scale: Provocations and Resistances to Scale Thinking», 2020, 2, https://doi.org/10.48550/ARXIV.2010.08850.. Por ejemplo, en el mundo del software, las plataformas de redes sociales se construyen de formas en las que, a pesar del crecimiento de su número de usuarios, sus bases de datos y la eficiencia de sus servidores pueden soportarlos sin inconvenientes.

§50HGuardar marcapáginas No obstante, la escalabilidad produce un efecto de desarraigo que ha sido teorizado por la antropóloga Anna Tsing63Anna Lowenhaupt Tsing, «On Nonscalability», Common Knowledge 18, n.º 3 (1 de agosto de 2012): 505-24, https://doi.org/10.1215/0961754X-1630424.. En su estudio social comparativo en el que usa como analogía las plantaciones de azúcar y los hongos matsutake, Tsing propone un argumento en contra de la escalabilidad como propósito social y principio organizativo. Como ella lo analiza, las de caña de azúcar son plantaciones escalables, pues se producen a partir de plantas clonadas, que no se siembran con semillas sino con esquejes, y que por lo tanto pueden trasladarse a múltiples contextos agrícolas con las condiciones climáticas correctas. Estas plantaciones son lo que Tsing denominaría nonsoels —por nonsocial lanscape element, en inglés, o elemento de paisaje no social—. Esta cualidad de la caña de azúcar la hace propicia para los monocultivos enormes de plantas replicadas que, como sabemos, movieron a algunas de las grandes economías coloniales europeas y definieron en buena medida formas de explotación humana en países caribeños de América Latina, como también sucedió con las plantaciones de banano, por ejemplo. Por el contrario, los hongos matsutake dependen estrictamente de los mohos específicos que crecen en los troncos caídos de algunas regiones de Japón, originalmente, y por la aparición de nuevas condiciones ambientales propicias también en algunas partes de Norte América y Europa. Por este motivo, a diferencia de los clones de la caña, es imposible crear plantaciones escalables, trasladables de hongos matsutake, debido a la estrecha dependencia que tienen con el ambiente y el suelo en el que crecen.

§51HGuardar marcapáginas Así, un nonsoel es un elemento que, desde el punto de vista de Tsing, no establece relaciones con su entorno, a pesar de que crece y prospera en él. Un nonsoel es, por lo tanto, el artefacto ideal para la escalabilidad, pues, como principio del progreso capitalista, su producción puede crecer indefinidamente de acuerdo a la demanda, puede seguir un efecto de fuga sin tener que readaptarse a nuevas condiciones o tener que retribuir al sistema que lo soporta. Es una victoria técnica para la producción en masa. A cambio, el nonsoel pierde la capacidad de establecer relaciones transformativas en el entorno en el que se encuentra. Es decir, en su condición de clon, no cambia ni amplía su diversidad, y tampoco entrega variedad al suelo que lo acoge. No evoluciona con su entorno ni se adapta, sino que vive en un estado permanentemente igual, en una especie de pasmación en el tiempo, a pesar de que los demás elementos del entorno sí deban adaptarse a su presencia.

§52HGuardar marcapáginas Este caso introducido por Tsing nos acerca a una paradoja de la escalabilidad que podemos proyectar a las infraestructuras digitales. Escalar hace que un proyecto sea estable, robusto y accesible para grupos amplios de personas, pero también lo convierte en un sistema falto de especificidad, en una forma de homogeneización que obliga al amoldamiento a los elementos que interactúan con él y, por lo tanto, a una forma de enajenación.

§53HGuardar marcapáginas Para ver tal efecto, volvamos al ejemplo de la brecha idiómatica como detonador de otras brechas. En el libro Coding Places que puede traducirse en dos sentidos, como Lugares del código o Codificando lugares, Yuri Takhteyev describe su investigación sociológica acerca de los desarrolladores de Software en Rio de Janeiro en Brasil64Yuri Takhteyev, Coding Places: Software Practice in a South American City (Cambridge, Mass: MIT Press, 2012).. Particularmente, Takhteyev se centra en un lenguaje de programación llamado Lua —que quiere decir luna en Portugués— desarrollado en ese país. Lua se ha convertido en un lenguaje de uso global, pues ha sido útil en el mundo de los videojuegos y otros campos para hacer scripting, es decir, programación en lo que en software llamarían alto nivel. En otras palabras, programación más cercana a un lenguaje humano que otros lenguajes subyacentes, o de bajo nivel, que hacen operaciones más eficientemente pero son más crípticos y por lo tanto requieren un conocimiento más profundo y especializado. La paradoja de Lua es que sus desarrolladores decidieron construirlo en inglés para que operara y compitiera en la oferta internacional. Sin embargo, aunque este lenguaje es usado en todo el mundo, no es tan usado en Brasil, el propio lugar del que proviene. Como lo describe Takhteyev, los desarrolladores brasileros viven en un estado de diglosia cultural, o sea, vivir en dos lenguajes al mismo tiempo. En este caso, un lenguaje cotidiano, local, el portugués, y un lenguaje para sus prácticas laborales, el inglés. Tal diglosia produce una separación de la experiencia diaria con respecto a la infraestructura del trabajo técnico y así una forma de desarraigo o alienación en la vida profesional similar a lo ejemplificado con la caña de azúcar. El interactivo 16 busca hacer más claro este fenómeno: presenta el código de programación que escribí para hacer una animación simple en JavaScript y tiene una entremezcla de funciones estándar escritas en inglés y comentarios, anotaciones para el programador, si se quiere, escritas en español.


// Inicia un contador de tiempo
let t = 0;


function setup() {
// Crea un "lienzo" digital
createCanvas(200, 400).parent("#general");
}


// Actualiza la animación
function draw() {
// Rellena el fondo de un color particular
background("#5ca4a9");
// Quita el borde de línea del círculo
noStroke();
// Rellena el círculo
fill("#ed6a5a");
// Calcula posición x del círculo
const x = (width / 2);
// Calcula posición y del círculo
const y = (height / 2) + Math.sin(t \* 0.05) \* 100;
// Dibuja el círculo
ellipse(x, y, 150);
// Aumenta el contador de tiempo
t++;
}

Interactivo 16. Una animación y su código en JavaScript. Las funciones usan palabras en inglés mientras que los comentarios en español indican el funcionamiento para la personas que revisen el código

§54HGuardar marcapáginas Si extrapolamos el análisis de Tsing al mundo de las infraestructuras digitales, podemos ver que encaja con lo que Anita Chan llama el mito del universalismo digital65Anita Chan, Networking Peripheries: Technological Futures and the Myth of Digital Universalism (Cambridge, Mass: MIT Press, 2013).. Es decir, la idea, construida desde la perspectiva de una élite de emprendimiento tecnológico, de que existen soluciones escalables globalmente, construidas justamente desde sus centros de innovación digital. Para jugar dentro de esta lógica del universalismo digital, los desarrolladores de Lua tuvieron que ceñirse a sus reglas y, de alguna forma, borrar el relacionamiento con la propia lengua local y su vida cotidiana. Esto trajo, por supuesto, múltiples ventajas en términos de la adopción del software a públicos generales, y ha posicionado a Lua como uno de los lenguajes de programación más usados en el scripting de videojuegos y otras aplicaciones, lo que es un resultado positivo para los desarrollos locales. Sin embargo, nos deja la duda especulativa de qué particularidades y prestaciones tendría un lenguaje de programación que no está desarraigado sino que es idiosincrático, situado y necesariamente relacionado con un grupo particular y sus usos significativos.

§55HGuardar marcapáginas De hecho, situaciones como las de Lua las hemos visto antes, por ejemplo en las transformaciones de la escritura literaria contemporánea en América Latina y cómo, apegándose a los modelos norteamericanos de los workshops de escritura creativa, se han remoldeado a formas estandarizadas de escritura y a principios estilíticos que podríamos llamar escalables —el famoso mantra del show, don't tell, o la idea de "encontrar la propia voz", por ejemplo—, como lo ha estudiado Andrés Franco Harnache66Andrés Franco Harnache, «"Mostrar, No Decir": The Influence of and Resistance Against Workshop Poetics on the Hispanic Literary Field», Writing Manuals for the Masses: The Rise of the Literary Advice Industry from Quill to Keyboard, ed. Anneleen Masschelein y Dirk de Geest (Cham: Springer International Publishing, 2021), 325-44, https://doi.org/10.1007/978-3-030-53614-5_14.. Este reamoldamiento se da justamente para atraer a un público internacional, y para ajustarse a nuevas lógicas mercantiles de la lectura, que de alguna forma implican deshacerse de localismos costumbristas e ideas que podrían resultar demasiado extrañas para un público externo. En ese sentido, también podríamos preguntarnos cómo sería un código localista, qué especificidades contendría, qué lo conectaría con las vidas cotidianas de quienes lo inventan.

§56HGuardar marcapáginas El mito del universalismo digital, en sus aplicaciones más ciegas, puede no solo enajenar a una comunidad sino también perjudicar sus formas de vida. En la entrevista que mantuvimos, Mariana Córdoba67«Entrevista a Mariana Córdoba», 14 de octubre de 2021., directora de Acción Cultural Popular (ACPO), hace referencia al concepto de acción con daño, es decir, a las actividades de las organizaciones que, a pesar de sus buenas intenciones, producen efectos negativos en la comunidad que intentan ayudar, especialmente porque, por falta de entendimiento de las dinámicas particulares de la comunidad, al introducir soluciones insostenibles pero escalables, generan necesidades que, una vez ya no está la organización, acrecientan las brechas y los problemas. El caso específico al que se refiere Córdoba son los programas gubernamentales colombianos de entrega de tablets a estudiantes en zonas rurales del país. Como lo cuenta, luego de que el programa de dotación tecnológica en veredas dejara de proveer internet, las tablets perdieron su utilidad y fueron utilizadas por los estudiantes como raquetas de tenis de mesa.

§57HGuardar marcapáginas En un sentido similar, Srnisavan hace un diagnóstico del programa One Laptop per Child en India —o Un computador por niño—, pues, debido a una acción con daño similar y a la ausencia de señal de internet, las personas que recibieron los computadores terminaron usándolos como lámparas de lectura, lejos del uso idealizado de la máquina como ventana incesante a la información global68Srinivasan, Whose Global Village?, 60.. Estos ejemplos son entonces claras manifestaciones del mito del universalismo digital estudiado y teorizado por Chan, la suposición de que un medio tecnológico tiene un beneficio universal no solo no cumple los efectos esperados sino que, al crear una necesidad, amolda a un grupo a una práctica idealizada, pero luego exacerba su enajenación al privarlo de los medios para realizarla.

§58HGuardar marcapáginas Como muestra de una respuesta ante esta enajenación, Gimena del Rio comenta que, al respecto de un proyecto propuesto en el marco de la red Pelagios Commons, una comunidad que comparte herramientas y métodos digitales para la investigación histórica, "hasta que comenzaron el proyecto, la idea del pasado solo se relacionaba con la historia clásica griega, romana y bizantina. Los estímulos económicos ofrecidos por esta comunidad, y la infraestructura que usaba tecnologías semánticas como los Datos Geográficos Enlazados para las humanidades, nos llevó a trabajar con herramientas diseñadas para textos en inglés clásicos de la tradición europea. Debido a nuestra ubicación, no solo tuvimos que recontextualizar la infraestructura de Pelagios, sino también tuvimos que"transculturizar" sus herramientas para la periferia"69«Entrevista a Gimena del Rio», 17 de mayo de 2021..

§59HGuardar marcapáginas Esta actualización comentada por del Rio nos permite vislumbrar una alternativa de navegación y negociación entre las exigencias universalizantes y escalables del mundo digital, y un nuevo enraizamiento de esa escalabilidad, un relacionamiento con el entorno y la situación local. Nuria Rodriguez-Ortega afirma que la filantropia tecnológica es una forma de dar acceso a herramientas que mantiene el monopolio y el control industrial de la tecnología, y ante este problema propone un objetivo nuevo: "esta investigación y estas iniciativas deben basarse en soluciones tecnológicas que sean apropiadas para el territorio donde se generan, para que así puedan usarse localmente e incorporarse a sistemas de conocimiento locales"70Nuria Rodríguez-Ortega, «Digital Social Sciences and Digital Humanities of the South. Materials for a Critical Discussion», Global Debates in the Digital Humanities, ed. Domenico Fiormonte, Sukanta Chaudhuri, y Paola Ricaurte (Minneapolis: University of Minnesota Press, 2022), 109.. Es decir que, contrario a la acción con daño, se adapten a necesidades propias con facilidad, sin que se acrecienten las brechas. La transculturización sería entonces un proceso colaborativo a través del cual la infraestructura no solo se ofrece filantrópicamente tal cual es sino que se ofrecen oportunidades para transformarla y adaptarla.

§60HGuardar marcapáginas Así, a pesar de todo lo dicho hasta el momento, en las nubes en movimiento en el campo de las humanidades digitales existen muchas modulaciones. Reconocer las brechas no quiere decir tomar un tono de lamentación y resignación, pues, si bien es cierto que en las escalas exponenciales el siguiente en la lista puede parecer muy lejano e inalcanzable, los problemas locales y las necesidades horizontales se pueden asumir de maneras creativas y novedosas, como veremos. Así, es necesario, paralelamente, reconocer las brechas y a la vez seguir actuando en situación para hacer lo que los proyectos y los horizontes propios.

8.4. Haciendo apropiado lo apropiado

§61HGuardar marcapáginas Las infraestructuras digitales de las humanidades tienen diferentes escalas y capacidades de escalabilidad. Describir tales escalas nos puede llevar a un entendimiento más claro de las formas en las que desde América Latina nos relacionamos con el software, los métodos y los estándares de las humanidades digitales y, a la vez, los apropiamos y transformamos para nuestras propias necesidades.

§62HGuardar marcapáginas En primer lugar están las infraestructuras de gran escala, movidas por empresas de Silicon Valley o por instituciones con grandes patrocinios. Esta escala, en buena medida guiada por el espíritu del mito del universalismo digital, contiene las infraestructuras masivas de la internet y el software globalizado, y de ellas se derivan adaptaciones para la conservación e interpretación de la cultura igualmente masivas e igualmente universalizantes. En este nivel, en el mundo de las humanidades digitales, tenemos proyectos como los libros escaneados y digitalizados por Google Libros o el Internet Archive, o iniciativas provenientes de instituciones académicas y culturales soportadas por fuentes de financiación estatal, como los datos literarios generados computacionalmente por el Hathi Trust Research Center o la colección de imágenes y la interfaz de usuario del Rijksmuseum en los Países Bajos. Las infraestructuras de esta escala requieren personas expertas con dedicación continua al desarrollo y sostenimiento de proyectos, y grandes capacidades instaladas de procesamiento y almacenamiento computacional, y por lo tanto necesitan también de muchos recursos económicos, organizativos y de conocimiento.

§63HGuardar marcapáginas En una escala inferior están la mayoría de los proyectos de software para aplicaciones específicas de las humanidades digitales, que, aunque intentan ser globales, cuentan con una cantidad muy inferior de recursos en comparación con la de los grandes proyectos de software mencionados antes. Estos proyectos de software pueden estar amparados por iniciativas de comunidades de práctica y colaboración o por instituciones formales medianas, y pueden tener algún grado de financiación externa para su sostenibilidad, aunque la estabilidad y la constancia es más tambaleante. Muchos de estos proyectos siguen principios de código abierto y son accesibles gratuitamente para sus usuarios, pero esto implica que deben buscar formas de sostenibilidad a partir de la solidaridad de individuos o el patrocinio de instituciones. Como lo menciona Alex Gil en una entrevista al diseñador, artista e investigador de la tecnología Ernesto Oroza, "la verdadera esencia del campo son los proyectos únicos [o one-offs, en inglés] y los prototipos"71Alex Gil, «Interview with Ernesto Oroza», Debates in the Digital Humanities 2016, ed. Matthew K. Gold y Lauren F. Klein (University of Minnesota Press, 2016), 184-93, https://doi.org/10.5749/j.ctt1cn6thb.. Estos proyectos únicos decantan, en ocasiones y con un esfuerzo adicional, en herramientas que una comunidad puede usar y pulir. La noción de bricolér mencionada en el capítulo 7 alude exactamente a esta forma de hacer. Algunos ejemplos pertenecientes a esta escala son Gephi, un software para la representación y análisis de redes; proyectos de edición y colecciones mínimas, como Ed, Wax, o Collection Builder; la serie de programas para la investigación con métodos digitales de la Digital Methods Initiative; o el software de análisis y visualización de datos de imágenes ImagePlot del equipo de estudios del software de Lev Manovich.

§64HGuardar marcapáginas Así como es el caso con la escala masiva, el software producido en esta escala mediana es también ampliamente usado por practicantes de las humanidades digitales. Sin embargo, muchas de estas herramientas, de una forma similar a las piezas de netart inaccesibles mencionadas en el capítulo 6, pueden caer en la obsolecencia por falta de mantenimiento y capacidades estables para su sostenimiento.

§65HGuardar marcapáginas La escala infraestructural no solo se deriva de cuántos la usan sino cuántos y cómo la sostienen. Si recordamos la reflexión sobre la crisis de las humanidades en el capítulo 5, queda claro que la desfinanciación anclada a la pérdida del reconocimiento de la importancia de las humanidades también aplica para estos casos, incluso a pesar del discurso salvífico de las tecnologías digitales. Como afirma Berry, "las consideraciones son nuevas para estas disciplinas computacionales, ya que requieren más dinero y organización que las que el académico invidual necesitaba"72David M. Berry, «Introduction: Understanding the Digital Humanities», Understanding Digital Humanities, ed. David M. Berry (Houndmills New York: Palgrave Macmillan, 2012), 12..

§66HGuardar marcapáginas Cuando conversamos, Zoe LeBlanc afirmó que "si quieres construir un proyecto digital y dependes de una herramienta prefabricada o el trabajo de alguien más, obviamente será muy dificil mantenerlo a largo plazo. Versus tu propio trabajo. Pero, por supuesto hay tiempo involucrado, y el problema es que seguimos asumiendo que la gente aprende por su cuenta sin apoyo adicional"73«Entrevista a Zoe LeBlanc».. En efecto, se necesitan unos andamiajes y roles con capacidades importantes: un entendimiento científico, en el sentido de tener sistemas de explicación del comportamiento regular de un fenómeno —que puede combinar lo cultural y lo computacional—; un entendimiento de las prestaciones materiales de los objetos digitales, es decir, saber cómo se comportan los objetos y qué acciones se pueden realizar con ellos; y habilidades para el desarrollo tecnológico, es decir, formas de aplicar en dispositivos y estándares el conocimiento científico y las prestaciones de la materia.

§67HGuardar marcapáginas En un evento del 2023, llamado Computation Tool Making for the Social Sciences & Humanities —o Creación de herramientas computacionales para las ciencias sociales y humanidades— organizado por la universidad de Aalborg, en el que se reunieron varios desarrolladores de software de la escala mediana, se discutieron múltiples problemas de la sostenibilidad de estos proyectos. Por ejemplo, según comentaron, la inversión en desarrollo de interfaces gráficas de usuarios se suele posponer por los altos costos que implica el diseño y la puesta a prueba de ellas. Algo similar sucede con las traducciones y localizaciones, pues requieren de personas con conocimiento situado. Adicionalmente, muchos proyectos paran sus actividades una vez el primer empujón institucional y financiero cesa, y por lo tanto sus características quedan congeladas en el tiempo o caducan por falta de soporte. Por ejemplo, ImagePlot, a pesar de que sigue siendo usado en proyectos de análisis visual para las humanidades, se encuentra al borde de ser obsoleto, y se echa en falta más desarrollo para que realmente esté al día con los estándares tecnológicos de procesamiento de imágenes. Gephi, a pesar de su uso extendido en ciencias sociales y humanidades, por poco sufre la misma suerte, pues por falta de financiamiento tuvo que dejar de actualizarse en 2017; solo hasta 2022 logró obtener recursos que le permitieron a sus desarrolladores retomar actividades.

§68HGuardar marcapáginas La conversación que mantuve con el historiador Jaime Borja nos da una mirada al interior del desarrollo de proyectos de escala media. Borja ha trabajado en dos proyectos conectados. El primero es ARCA, una colección digital masiva de obras de arte colonial americano que espera pronto tener unas 25000 obras digitalizadas y con múltiples metadatos, adaptados para la consulta de investigadores y el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. El segundo es Los ingenios del pincel, un libro digital que aprovecha los datos obtenidos en ARCA para desenvolver los argumentos de sus capítulos a través de visualizaciones y diagramas de fuerza además del texto convencional. Sobre el desarrollo de estos proyectos Borja comenta que ha sido "muy costoso" y que ha implicado el esfuerzo conjunto de muchas personas: "el ejercito de asistentes que he tenido para buscar imágenes, procesarlas, limpiarlas. Yo le meto muchísimo tiempo diario hasta el presente. En los últimos años permeantentemete le estoy mediendo tiempo a esto"74«Entrevista a Jaime Borja», 11 de marzo de 2024.. Adicionalmente, Borja comenta que este trabajo ha sido posible gracias a los recursos que le brinda la universidad en la que trabaja, y sentencia que "un proyecto independiente de esta naturaleza no funciona". Pero que ahora, el siguiente paso consiste en darle estabilidad, pasando su administración y sostenimiento a alguna institución como el Banco de la República o la Biblioteca Nacional de Colombia.

§69HGuardar marcapáginas Finalmente, en una escala menor están los usuarios del software producido en las otras dos escalas, que no lo construyen sino que lo aplican a sus prácticas siguiendo los estándares ya establecidos, y que suelen usarlo tal como viene por defecto o lo adaptan de formas mínimas a sus propios requerimientos. Esta escala es la más extendida en la práctica de las humanidades digitales y deriva en una apropiación principalmente instrumental de los desarrollos tecnológicos. Como afirma Nick Montfort, "típicamente cuando se discuten pedagogías en humanidades digitales, el verdadero tema es cómo usar sistemas preconstruidos para educar"75Nick Montfort, «Exploratory Programming in Digital Humanities Pedagody and Research», A New Companion to Digital Humanities, ed. Susan Schreibman, Ray Siemens, y John Unsworth (Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd, 2015), 98, https://doi.org/10.1002/9781118680605..

§70HGuardar marcapáginas En el peor de los casos, esta forma de practicar las humanidades digitales se limita a una fe ciega en los procesos computacionales subyacentes al software que se está usando y no profundizan de una forma tal que se propicie un marco crítico para las humanidades digitales. Sin embargo, esta apropiación tecnológica también plantea un uso interesante de los medios tecnológicos digitales, es decir, una mediación, pues corresponde a la convergencia de medios mencionada en el capítulo 6: la puesta en prioridad de los propósitos concretos locales frente a la tecnología escogida, que puede provenir de plataformas hegemónicas y medianas. En este caso se trata de lo que Lombana-Bermudez denomina infraestructuras improvisadas o makeshift infrastructures, que implica tomar los recursos a la mano, listo y dispuesto como un aparente común, para fines propios que pueden estar en las márgenes o por fuera del uso establecido76Andrés Lombana Bermudez, «By Any Platforms Necessary: The Makeshift Infrastructures of Bogota's Public School Communities During the Covid-19 PandemicAndres Lombana-Bermudez / Universidad Javeriana -- Flow», 4 de junio de 2021, https://www.flowjournal.org/2021/06/by-any-platforms-necessary/..

§71HGuardar marcapáginas Las humanidades digitales en América Latina se han caracterizado por llevar a cabo proyectos de distinta complejidad a pesar de las limitaciones y las múltiples brechas mencionadas en los apartados anteriores, haciendo uso de infraestructuras en distinas escalas. Algunas estrategias para ello han sido la apropiación de las infraestructuras existentes y la adaptación de los datos de contextos locales como integración a un proyecto de interoperabilidad y comunicación universalizante, como se discutió en el capítulo 6; o la construcción de infraestructuras pequeñas alternativas, basadas en los recursos disponibles y en la recursividad inventiva; sin embargo, principalmente, la mayoría de las prácticas provienen de la escala más pequeña, más instrumental, de usuario, que está extendida en las humanidades digitales en general. Como vimoas en el capítulo 7, lograr formas de organización duradera, como las que se requiere para producir piezas de software, infraestructuras organizativas o estándares, requiere unos compromisos formales que son escasos en América Latina.

§72HGuardar marcapáginas Por ejemplo, en el caso del diseño y la arquitectura digital, Sperling et al. afirman que "a diferencia del hemisferio norte, que tiene iniciativas sociales amparadas por programas de bienestar, la implementación de tecnologías y programas de financiación, el hemisferio sur se decanta por una producción híbrida de procesos de fabricación entre manuales y digitales"77David M. Sperling, Pablo C. Herrera, y Rodrigo Scheeren, «Fabricating (Other) Computations: Digital Fabrication and Technological Appropriation in Latin America», Dearq 27 (2020): 85, [https://doi.org/10.18389/ dearq27.2020.06](https://doi.org/10.18389/ dearq27.2020.06).. De una forma similar, investigadores latinoamericanos en el campo de las humanidades digitales, de forma híbrida, han hecho uso de tecnologías como TEI o IIIF y han participado en su estructuración y desarrollo, o algunos han construido herramientas de escala mediana, como es el caso de Alex Gil —quien trabaja en una universidad de élite del norte global— y los sistemas mínimos de colecciones Ed y Wax, pero la mayoría se involucra con las humanidades digitales de forma instrumental.

§73HGuardar marcapáginas No obstante, y en relación con el enajeniemtno resultado de la escalabilidad, como lo han manifestado el historiador Jairo Melo y la comunicadora Carolina Zúñiga en nuestras conversaciones, el desarrollo de las infraestructuras para las humanidades digitales en América Latina se encuentra en un estado de beta permanente78«Entrevista a Jairo Melo», 16 de septiembre de 2022; «Entrevista a Carolina Zúñiga», 5 de diciembre de 2022.. En desarrollo de software, una versión beta es una versión de prueba, un prototipo que ya está lo suficientemente completo para entrar en circulación limitada, pero que puede contener errores —o bugs— y por lo tanto necesita pruebas y mayor refinamiento. Así, estar en beta permanente sería equivalente a existir en un modo funcional pero con defectos. La ironía de este estado es que, la versión de producción, es decir, la versión estable, se pospone indefinidamente y por lo tanto es necesario acostumbrarse a vivir con los fallos. Nos vemos constantemente forzados a adaptarnos a la herramienta y no al contrario, y la existencia de la infraestructura se hace visible en los agujeros que dejan sus limitaciones constantes.

§74HGuardar marcapáginas Este panorama nos ha llevado a una forma particular de apropiación tecnológica recursiva, ingeniosa, pero también parchuda, incompleta, que tiene sus ventajas pero también es problemática por su precariedad. Podemos llamarla desobediencia, resistencia, insurgencia, hackeo, rebusque, otras computaciones, o de muchas otras formas más; al final, es una forma de relacionamiento tecnológico que surge del intento por desenajenar las infraestructuras, apropiarlas y hacerlas apropiadas.

§75HGuardar marcapáginas Por ejemplo, el diseñador, artista e investigador cubano Ernesto Oroza ha dedicado buena parte de su trabajo a indagar y teorizar acerca de lo que ha denominado desobediencia tecnológica. Es decir, la adaptación, para suplir las necesidades propias, de las tecnologías externas; una especie de resistencia frente al uso impuesto, y una transformación informada pero precaria de las máquinas e infraestructuras. En particular, Oroza se ha fijado en cómo el pueblo cubano adapta aparatos de la vida cotidiana de formas creativas: bandejas metálicas de comida que se convierten en antenas para la recepción de señal de televisión; motores de secadoras eléctricas que se usan para impulsar Rikimbilis, o motocicletas hechizas; empaques de productos domésticos que, ensamblados, ahora son juguetes, etc.

§76HGuardar marcapáginas Por supuesto, esta extendida desobediencia tecnológica de los ciudadanos cubanos también tiene ejemplos en el mundo digital, como es el caso del paquete semanal, la difusión de películas, series, música y otros documentos a través de discos duros y memorias USB, a falta de conexión a internet estable. Cómo lo ha investigado y difundido el artista cubano Nestor Siré a través de su obra y sus charlas, el paquete semanal es una infraestructura tecnológica de almacenamiento y circulación de la información, que se ha decantado en sofisticados sistemas de organización de carpetas o ficheros a pesar de su informalidad79Nestor Siré, «!!!Cuban Creativity» (Weird Economies, 18 de octubre de 2021), https://weirdeconomies.com/contributions/cuban-creativity; Julia Weist, «El Paquete Semanal» (Julia Weist, 2019), https://work.deaccession.org/el-paquete-semanal/.. El paquete semanal es todo un sistema de información y clasificación basado en los medios disponibles y la necesidad, una infraestructura en todo el sentido de la palabra.

§77HGuardar marcapáginas En una entrevista que Alex Gil hizo a Ernesto Oroza80Gil, «Interview with Ernesto Oroza». los dos discuten el concepto del modulor moral como ideal y prototipo de esta apropiación tecnológica recursiva latinoamericana. Es decir, derivado del concepto de modulor del arquitecto y planificador Le Corbusier, que define una serie de medidas antropométricas para la ergonomía universal, el modulor moral es una persona que hace más vivible y agradable su entorno adaptando los recursos que tiene a la mano; ergonomiza el ambiente de acuerdo con su propia especificidad. Esto es similar a la idea de tecnología insurgente propuesta por Steyn, Tello y otros81Andrés Maximiliano Tello, ed., Tecnología, Política y Algoritmos En América Latina. (Viña del Mar: CENALTES ediciones, 2020). mencionada en el capítulo 6. Desde el punto de vista de Oroza, estamos hablando de una filosofía de la urgencia y la necesidad.

§78HGuardar marcapáginas Podemos relacionar esta idea con una elaboración que Mariana Córdoba, de Acción Cultural Popular, hace en nuestra conversación82«Entrevista a Mariana Córdoba». y que fue una de las bases para entender la formación de comunidad en el capítulo 7: la función de las tecnologías es el uso significativo, es decir, la apropiación con sentido de la comunidad que la usa. En otras palabras, y como contrarespuesta a la acción con daño, el uso significativo no crea nuevas necesidades a partir de la introducción de una nueva tecnología, sino que resuelve las necesidades urgentes y necesarias haciendo uso de herramientas que sí tienen sentido para un grupo de personas particular. El modulor moral, y de ahí su aspecto moral, da uso significativo a la tecnología. El modulor moral hace apropiado lo que ha apropiado.

§79HGuardar marcapáginas Siguiendo este espíritu, Riva Quiroga en nuestra entrevista afirma que: "la falta de recursos, de herramientas, a veces me gusta verlo como que tiene un lado positivo y es la flexibilidad que uno tiene en Latinoamérica para resolver los problemas pegando las cosas como se pueda. En el fondo me parece que en Latinoamérica generamos conocimiento con recursos muy precarios, sin capacidad computacional, sin grandes conexiones a internet, sin muchos recursos, y ese lado creativo me gusta verlo como tratar de aproximarse a nuestra falta de infraestructura. A la falta, sobre todo, de acceso a las herramientas para poder desarrollar algunos tipos de análisis"83«Entrevista a Riva Quiroga».. Efectivamente, las palabras de Quiroga resuenan con la producción de este libro digital, que, por una parte, está basado en un software llamado Magicbook para su diseño y organización, un sistema de código abierto para genererar libros y sitios estáticos, como se describe en más detalle en el capítulo 10, pero, por otra, en su interior el desarrollo de este libro está plagado de parches, hackeos, y traducciones del sistema original que tuve que hacer sobre la marcha, viviendo la diglosia cultural y readaptándolo para mis propias necesidades de formas recursivas.

§80HGuardar marcapáginas De forma similar, el caso del portal PoéticaSonora, un repositorio digital de audio desarrollado en México, centrado en la poesía y la experimentación sonora, sigue prácticas adaptativas recursivas. Como narra Aurelio Meza en un artículo sobre el desarrollo de PoéticaSonora84Aurelio Meza, «Decolonizar Las Humanidades Digitales: Cómo Diseñar Un Repositorio Digital de Sur a Norte», Intervenciones en estudios culturales 4 (2017): 109-31., el proyecto tuvo que navegar constantemente entre los estándares predefinidos para la creación de colecciones digitales (Omeka, Dublin Core, SQL) y la adaptación a los problemas locales y las especificidades del proyecto —por ejemplo, las dificultades de la conservación del sonido—. En esa navegación, problemas como la diglosia cultural, las reflexiones sobre el extractivismo cognitivo y el conocimiento requerido para la adaptación recursiva aparecen recurrentemente. Cabe resaltar que artículos descriptivos de proyectos como este dejan precedentes importantes y son referentes para futuros proyectos de humanidades digitales en nuestro contexto.

§81HGuardar marcapáginas Otro ejemplo de la actitud de modulor moral en el marco de las humanidades digitales son los escáneres hazlo tú mismo —o Do It Yourself, DIY— usados por grupos de investigación en el contexto local, algunos con apoyo institucional regional e internacional. Un proceso recurrente e innevitable en la construcción de colecciones digitales es el escaneo de documentos como libros o fotografías, sin embargo, lograrlo conlleva algunas dificultades, pues tales documentos tienen formatos no convencionales y pueden ser muy grandes para los escáneres caseros; están encuadernados y deben preservarse en sus folios; o deben tener una calidad de imagen alta que deje ver sus detalles y que permita otras formas de procesamiento, como el reconocimiento automático de caracteres. Por este motivo, un escáner industrial apto para este tipo de documentos y exigencias puede ser muy costoso. Así, una estrategia recursiva es la de construir escáneres propios con los medios con los que se dispone: cámaras fotográficas, perfiles metálicos, software abierto. Dos casos salientes de esta aproximación son el escáner Úrsula del Exploratorio de Humanidades Digitales de la Universidad de Antioquia (UdeA) en Colombia, y los escáneres diseñados y construidos por la Fundación Neogranadina.

§82HGuardar marcapáginas Al respecto, María José Afanador cuenta su experiencia con Neogranadina: "fue un proyecto que me ayudó mucho para entender las oportunidades que hay en contextos de precariedad: "sí, no tenemos plata para una escáner de treinta mil dólares, pero tenemos una comunidad Do it yourself que sacó estos diseños, los puso en acceso abierto, que permite que otras comunidades los adapten y construyan escáneres que nos ayudan a preservar el patrimonio cultural y a hacer más cosas con eso"85«Entrevista a Maria José Afanador», 3 de septiembre de 2021.. Esta actitud recursiva puede, incluso, retribuir una vez más a la comunidad abierta que permitió que tuviera lugar, como es el caso de Úrsula, que empezó como un prototipo para las necesidades particulares de la UdeA y ahora busca avanzar en la escala mediana y proporcionar instrucciones a otros usuarios acerca de su fabricación. Tanto Úrsula como los escáneres de Neogranadina han contado con apoyos institucionales que les han permitido escalar su producción.

§83HGuardar marcapáginas Finalmente, y desde una perspectiva más abarcadora, una filosofía resonante con lo dicho antes son los principios de la llamada computación mínima en humanidades digitales. Como afirman Risam y Gil, "la computación mínima no es tanto una metodología singular —o incluso un conjunto coherente de metodologías— sino un modo de pensar en la praxis de las humanidades digitales que resiste a la idea de que la 'innovación' se define por la novedad, la escala, o el alcance. Hablando ampliamente, la computación mínima se refiere al trabajo en humanidades digitales llevado a cabo en el contexto de un conjunto de limitaciones. Esto puede incluir falta de acceso a hardware o software, capacidad de conexión a internet, educación técnica, o incluso una fuente de energía eléctrica confiable"86Roopika Risam y Alex Gil, «Introduction: The Questions of Minimal Computing», DHQ. Digital Humanities Quarterly 16, n.º 2 (2022).. Por ejemplo, como afirma del Rio con respecto al desarrollo de sus proyectos, "la imposibilidad de acceder o mantener infraestructuras de investigación básica como servidores propios, y la inestabildiad de la conexión Wi-Fi, nos llevó a las tecnologías mínimas, abiertas y agnósticas que en años recientes se han definido como Computación Mínima87Del Rio Riande, «Digital Humanities and Visible and Invisible Infrastructures», 253..

§84HGuardar marcapáginas Estas formas de adaptación ante la precariedad pueden, sin duda, producir formas de innovación que no serían posibles en contextos de mayor estabilidad. Domenico Fiormonte, quien ha indagado mucho acerca de las relaciones subalternas de las humanidades digitales, en la entrevista que tuvimos observa que "la cosa más divertida de este proceso es que los que estaban en los márgenes se pueden salvar, al contrario de nosotros que "estamos en el centro". Estamos condenados a utilizar estas plataformas hegemónicas. Donde hay menos recursos, donde hay menos organización, donde los gobiernos son menos fuertes, donde el estado es menos fuerte, pues entonces el condicionamiento puede ser menor. Es una paradoja, pero es lo que yo llevo diciendo desde hace muchos años: los márgenes están más adelantados que el centro88«Entrevista a Domenico Fiormonte», 4 de noviembre de 2021.. Es decir, desde este punto de vista, la actitud de modulor moral es también una cantera para visiones alternativas, computaciones otras, nuevas formas de crear desde las humanidades digitales.

§85HGuardar marcapáginas No obstante, celebrar y romantizar la precariedad como recursividad e ingenio puede también ser problemático. Como insiste Srinivasan, "aunque muchas comunidades de base pueden apropiar o reconfigurar creativamente las tecnologías que entran en sus mundos, sigue siendo importante no celebrar sin más esos actos"89Srinivasan, Whose Global Village?, 47.. Aunque la inventiva puede producir innovaciones interesantes y adaptadas, como ejemplificamos con la filosofía del modulor moral, su precariedad dificulta el trabajo sostenido en comunidad que desarrollamos en el capítulo 7. Es por esto que, para salir del estado de beta permanente, son necesarios unos principios y unas posturas fuertes con respecto a las infraestructuras en distintas escalas, principalmente con respecto a su apertura, adaptación y sostenibilidad. La última sección de este capítulo explora y propone, como línea de trabajo para las humanidades digitales, algunas posibilidades frente a esas posturas.

8.5. Los comunes digitales, generosidad y reciprocidad

§86HGuardar marcapáginas Basado en las tensiones y oportunidades desarrolladas a lo largo del capítulo, la propuesta que quiero hacer en esta sección se basa un concepto general para la construcción de infraestructuras sostenibles para las humanidades digitales: los comunes digitales, y en dos principios para su construcción: la generosidad y la reciprocidad.

§87HGuardar marcapáginas Como afirman Maite Pelacho et al. "el término comunes se refiere a una forma de administración comunitaria de un recurso compartido. La buena gobernanza de los comunes implica que las comunidades que comparten acceso y/o uso de un recurso administran su comportamiento a través de un conjunto de reglas bien establecidas. [...] Los comunes resultan de un proceso colaborativo, abierto y experimental que necesariamente involucra a la comunidad de práctica. Cada comunidad no solo produce los comunes, también es ella misma producida en el actuar común"90Maite Pelacho et al., «Science as Commons: Improving the Governance of Knowledge Through Citizen Science», The Science of Citizen Science, ed. Katrin Vohland et al. (Cham: Springer, 2021), 59, https://doi.org/10.1007/978-3-030-58278-4.. Esta idea de los comunes está basada en las teorías económicas y sociológicas de los recursos de reserva común —common-pool resources— propuestas por la politóloga Elinor Ostrom y otros colegas. De acuerdo con Ostrom, los recursos de reserva común son un tipo de recurso que "comparte el atributo de restabilidad con los bienes privados y la dificultad de exclusión con los bienes públicos"91Elinor Ostrom, «Beyond Markets and States: Polycentric Governance of Complex Economic Systems», American Economic Review 100, n.º 3 (2010): 644, https://doi.org/10.1257/aer.100.3.641.. Es decir, tienen limitaciones con respecto a quiénes los pueden consumir, o tiene restabilidad, pero no se puede limitar quiénes son las personas que los consumen, o no son excluyentes. Por lo tanto, su gestión debe en buena medida equilibrar la escasez o los constreñimientos con el acceso libre y amplio.

§88HGuardar marcapáginas Si lo pensamos dentro de este marco, muchas de las infraestructuras usadas en las humanidades digitales son recursos de reserva común, así que los podríamos llamar comunes digitales. Son restables porque, aunque no sea evidente a primera vista, se producen con recursos limitados en escalas distintas, y así la distribución de esos recursos —que pueden ser de trabajo, organización o maquinaria computacional— constriñe el tipo de acceso que se tiene a ellas; adicionalmente existen efectos de guardapuertas de quienes administran tales infraestructuras. Por ejemplo, el diseño de interfaces gráficas de usuario o el idioma usado en la documentación de un software configura una forma de restabilidad en términos del disfrute limitado de una infraestructura. Pero, a la vez, son no-excluyentes, en el sentido en el que están abiertas para la apropiación e uso de audiencias amplias, como es el caso del software de mediana escala como Gephi o ImagePlot del que hablamos antes. Hay casos de proyectos que, incluso, se guían explícitamente por este concepto de los comunes en el mundo digital, como el proyecto Wikimedia Commons, un repositorio colaborativo de contenidos multimedia, que opera bajo modelos de licencias de acceso abierto y dominio público, y que es alimentado por los propios usuarios de la comunidad, o las múltiples versiones idiomáticas de Wikipedia, incluyendo algunas en lenguas indígenas.

§89HGuardar marcapáginas No obstante, como vimos, en algunos casos las formas dispersas de la administración de los comunes digitales han llevado a un acrecentamiento de las brechas en efecto de fuga —o runaway— y a un fenómeno de apego preferencial, o de separación exponencial. Así que para contrarrestar estos efectos es necesario seguir la lógica definida por Pelacho et al.92Pelacho et al., «Science as Commons». y establecer unas reglas, o tal vez unas heurísticas organizativas, para el funcionamiento de infraestructuras digitales en América Latina con el fin de cerrar tales brechas y, si se quiere, enraizar las infraestructuras enajenadas.

§90HGuardar marcapáginas Estas formas organizativas nos permiten tomar una actitud más esperanzadora y positiva, como la que menciona Afanador Llach en nuestra conversación: "uno viene a ver humanidades digitales en otras partes del mundo y dice: "pues es que nosotros no tenemos muchas de las infraestructuras que tienen en Europa o Estados Unidos, y también las financiaciones que tienen en otros países". Pero es que estamos parados en otro lugar, es un lugar de posibilidad, no es el trauma de que nunca los vamos a alcanzar. Preguntémonos qué podemos hacer, y muchas veces en esos contextos de carencias surgen oportunidades creativas increíbles"93«Entrevista a Maria José Afanador».. En este sentido volvemos al relacionamiento global-local que se mencionó al inicio del capítulo, y a la complejidad de navegar diferencias infraestructurales entre ambas escalas. Como afirma Pawlicka-Degar, es necesario "construir una red inculsiva de nodos locales de comunidades de humanidades digitales encima de las infraestructuras de conocimiento globales, con la intención de influenciar el desarrollo del campo en direcciones positivas"94Pawlicka-Deger, «Infrastructuring Digital Humanities», 535..

§91HGuardar marcapáginas Aquí quiero proponer que esas heurísticas para los comunes digitales deberían basarse en dos principios: la generosidad y la reciprocidad.

§92HGuardar marcapáginas Enfoquémonos primero en la idea de la generosidad en los comunes digitales. El concepto de recursos de reserva común propuesto por Ostrom95Ostrom, «Beyond Markets and States». tiene dos implicaciones importantes: la primera es que debido a su aspecto de restabilidad, no se puede dar por sentada su existencia ni su infinita disponibilidad, y la segunda es que, derivada de esa limitación y de la no-exclusión, quienes se benefician de los comunes tienen potencial transformativo del propio sistema. Como afirma Ostrom, esta idea se contrapone a visiones pasivas de los actores en un sistema social, como las visiones sociológicas de las partes interesadas como simples receptoras de las políticas públicas o las decisiones institucionales o empresariales.

§93HGuardar marcapáginas En el caso de los comunes digitales, quienes usan la infraestructura pueden influir en ella para regular sus constreñimientos y límites. Como afirma Srinivasan, "podemos pensar cómo un usuario o una comunidad pude ser más que un sujeto de investigación desde arriba y ser un agente de transformación de su propio mundo"96Srinivasan, Whose Global Village?, 56.. Siendo este el caso, no basta con la actitud de modulor moral, a pesar de su potencial creativo, porque puede llegar a ser una acción sin retroalimentación en la infraestuctura general, sino que se requiere una actitud de demonio moral, por decirlo así, o sea, una actitud de transformación del propio sistema infraestructural.

§94HGuardar marcapáginas Hacer a las infraestructuras generosas sería el efecto esperado de ese trabajo endemoniado, y hacerlo creativamente y de formas innovadoras sería la posición estratética desde América Latina. De hecho, esta perspectiva resuena con uno de los principios de la Investigación Acción Participativa propuesto por Orlando Fals Borda: "el capacitar a los grupos y clases sociales oprimidas a adquirir la suficiente creatividad y fuerza transformadora, las que se expresan a través de proyectos, acciones y luchas específicas"97Orlando Fals-Borda, ed., Acción y Conocimiento: Como Romper El Monopolio Con Investigación - Acción Participativa (Santa Fé de Bogotá: CINEP, 1991), 9.. Así, la generosidad en este caso hace referencia a reducir la restabilidad de la infraestructura, es decir, aumentar su acceso, manteniendo la no-exclusión que la hace un bien común.

§95HGuardar marcapáginas Por ejemplo, la localización linguística es un ejercicio de generosidad en una plataforma digital, pues permite que la interfaz se adapte a un grupo particular y que haga uso del andamiaje subyacente bajo sus propios términos. Esto es entonces un complemento de la interoperabilidad, en el sentido en el que decodifica y adapta el sistema al entorno, y no al contrario, como elaboramos cuando hablamos de los nonsoels de Anna Tsing. Otro ejercicio de generosidad es la disposición de un evento a recibir y traducir propuestas en otros idiomas, pues reparte la carga de la comunicación no solo en el hablante no-nativo, sino también en la propia infraestructura organizativa. En general, como lo afirma Ernesto Priego, buscar "la colaboración internacional con un foco en el acceso abierto, la interoperabilidad, y las tecnologías asequibles"98Priego, «Can the Subaltern "Do" DH? A Reflection on the Challenges and Opportunities for the Digital Humanities», 30.. En este caso, interoperabilidad se entiende como una adaptación a múltiples contextos más que una adaptación del contexto a un modelo único.

§96HGuardar marcapáginas Una aproximación generosa a los comunes digitales puede ser difícil, como diagnostica Jairo Melo en nuestra entrevista: "compartir infraestructuras, laboratorios, hacer esas cosas, veo que es mucho más complejo, es mucho más difícil. Y en ese sentido veo que las comunidades son todavía muy localistas. Y en buena medida sucede también en lo infraestructural, las lógicas propias de la idiosincrasia de cada comunidad académica. Las comunidades académicas tienen su idiosincrasia y también hay comunidades académicas que quieren mandar y no gobernar colaborativamente"99«Entrevista a Jairo Melo».. Sin embargo, y afortunadamente, las discusiones sobre lo comunitario han hecho parte de las prácticas de las humanidades digitales desde sus inicios, y en ese sentido se ha trabajado para desmontar ese localismo, entendido como reticencia a abrirse a la colaboración con otros grupos, cada vez con mayor intensidad.

§97HGuardar marcapáginas Por ejemplo en el Global Digital Humanities Symposium del 2024 organizado por la Michigan State University, siguiendo está lógica, contó con traductores simultáneos en inglés y español, y esto permitió una participación más abierta y la conexión interfasada de varias comunidades de las humanidades digitales y un relacionamiento intercultural. El Translation Toolkit ofrece una serie de recomendaciones de prácticas de traducción para que sean usadas por investigadoras, bibliotecarias y trabajadoras de instituciones de la memoria. O, en el desarrollo de AREPR, o Archivo de Respuestas Emergencias de Puerto Rico, se desarrollo un sistema de colecciones bilingües que ahora podrá ser usado por otros proyectos. Al respecto, en nuestra charla, Christina Boyles, quien es una de sus coordinadoras, comenta que "tenemos disponible gratuitamente y con documentación en español e inglés nuestro tema de Omeka y todas las pequeñas cosas que hicimos en él. Entonces esperamos que al menos podamos proveer algunos materiales fundacionales para faciltarle este tipo de trabajo a comunidades que no son hablantes nativas de inglés"100«Entrevista a Christina Boyles», 9 de marzo de 2023..

§98HGuardar marcapáginas Por otra parte, en el diseño de portales para las colecciones digitales, Mitchell Whitelaw defiende la conceptualización de interfaces generosas, es decir "representaciones navegables y ricas de grandes colecciones digitales; que invitan a la exploración y soportan la búsqueda, usando visiones de conjunto para establecer contexto y mantener la orientación mientras se revela detalle en múltiples escalas. Las interfaces generosas usan representaciones múltiples y fragmentarias para revelear la complejidad y diversidad de las colecciones digitales, y privilegiar el proceso de interpretación101Mitchell Whitelaw, «Generous Interfaces for Digital Cultural Collections», DHQ. Digital Humanities Quarterly 9, n.º 1 (2015).. Y el proyecto Humboldt Digital, coordinado por Antonio Rojas Castro, busca formas de hacer más equitativo el trabajo entre participantes de dos contextos y situaciones sociales muy diferentes, Cuba y Alemania. Y lo hace en múltiples dominios: el lingüístico, técnico, educativo y laboral. Al respecto, Rojas Castro comenta:

§99HGuardar marcapáginas "por la parte tecnológica el proyecto ha servido para fortalecer la infraestructura desde un punto de vista de servidores y escáneres de la Oficina del historiador de La Habana en Cuba. Digamos que todo el dinero que teníamos se ha invertido en eso, y los beneficiarios han sido las instituciones cubanas. Aquí en Alemania no se ha invertido en nada. Para nosotros era muy importante eso, que si teníamos la financiación, casi como un proyecto del desarrollo y cooperación —no me gusta llamarlo así—... pero intentar que el dinero se fuera a Cuba"102«Entrevista a Antonio Rojas Castro».

§100HGuardar marcapáginas En este contexto, de hecho, Latinoamérica tiene mucho que ofrecer en términos de generosidad. Como afirma Gimena del Rio, "a pesar de que la región tiene baja literacidad digital ciudadana, y también muy baja adopción tecnológica, es también una región donde la mayoría de la investigación en instituciones públicas ha sido, por años, publicado en línea de forma abierta y no comercial, con muy pocas restricciones de copyright"103Del Rio Riande, «Digital Humanities and Visible and Invisible Infrastructures», 252.. Si recordamos, el caso de The Programming Historian es paradigmático, pues en buena medida gracias a editores y coordinadores de origen latinoamericano sus lecciones sobre métodos y herramientas para las humanidades digitales se han consolidado como una fuente abierta en múltiples idiomas.

§101HGuardar marcapáginas Por otra parte, la reciprocidad consiste en retribuir a la sostenibilidad de las infraestructuras que se construyen desde principios generosos, es decir, facilitar su existencia y funcionamiento sostenido si se cuenta con los medios para hacerlo. Esto es afín a la idea, propuesta por Alan Liu104Liu, «Toward Critical Infrastructure Studies»., de la perspectiva centrada en el mantenimiento, la reparación y el cuidado de las infraestructuras como alternativa al foco sobredimensionado en la innovación. Como se ha mencionado en este capítulo, muchas infraestructuras de escala media del software para las humanidades digitales existen en precariedad en términos del trabajo necesario para su manteniemiento y actualización, principalmente porque surgen de prototipos y proyectos que buscan ser de acceso o incluso código abierto, pero cuentan con una financiación inicial que no es duradera.

§102HGuardar marcapáginas Igualmente, como elaboramos en el capítulo 7, en buena medida las humanidades digitales globales y latinoamericanas deben su desarrollo al trabajo de comunidades informales, que se deben al trabajo voluntario de sus miembros, y que en ocasiones cesa por falta de motivación e incentivos. La reciprocidad en este contexto se trata entonces en aportar a las infraestructuras de las que uno mismo se beneficia. Pues que un proyecto funcione bajo principios de código abierto o que una comunidad organice actividades voluntariamente también debe ser valorado y potenciado, especialmente si se busca construir un horizonte epistemológico para las humanidades digitales en América Latina que sea sólido y construya sus propios andamios críticos y conceptuales. Esta misión, por supuesto, no debe encargarse solo a los individuos, sino también a las instituciones formales, que idealmente deberían destinar parte de sus infraestructuras a soportar proyectos medianos y comunidades informales.

§103HGuardar marcapáginas Visto así, tanto la generosidad como la reciprocidad pueden ayudar a la reducción de brechas y al uso significativo de los comunes digitales porque, siguiendo los estudios de Ostrom105Ostrom, «Beyond Markets and States»., construyen confianza que deriva en círculos virtuosos, en un sentido similar a los que defendía Jorge Sábato durante el primer periodo de los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad en América Latina106Sabato, «El Cambio Tecnológico Necesario y Posible».. Así, para Ostrom, "construir confianza en unos y otros y desarrollar reglas institucionales que encajan bien con los sistemas usados son de central importancia para resolver dilemas sociales"107Ostrom, «Beyond Markets and States», 664.. Dilemas como el impasse y la pasmación ante los extremos de la tecnoidolatría y la denuncia estéril diagnosticados por Sábato encuentran una posible salida a través de la construcción de unas reglas de cooperación para los comunes digitales.

8.6. El caso de Serie Mini

§104HGuardar marcapáginas Quisiera concluir narrando mi propia experiencia construyendo infraestructuras para las humanidades digitales y, simultáneamente, encontrando las limitaciones y vislumbrando las posibilidades que describí en este capítulo. Como docente universitario de humanidades digitales, he dado cursos que involucran la creación de colecciones digitales culturales. En esos cursos hemos explorado y probado con distintas piezas de software que soportan algunas actividades típicas de este tipo de colecciones, en términos generales: la organización de metadatos, la presentación de elementos multimodales, la construcción de sistemas de navegación y exploración, y la construcción de curadurías interactivas que ayudan a dar un hilo conductor a la colección. No obstante, de una manera u otra, siempre hemos encontrado obstáculos en los sistemas que hemos usado debido al natural y complicado equilibrio que implica construir un sistema generalizado, agnóstico y a la vez apropiado para usos específicos.

§105HGuardar marcapáginas Por ejemplo, usando Wax, una plantilla para la creación de colecciones digitales culturales que sigue los principios de computación mínima, aparecieron múltiples problemas, muy a pesar de su filosofía de recursividad ante las limitaciones. Principalmente, Wax usa un sistema de construcción de sitios web llamado Jekyll que requiere la instalación de dependencias anacrónicas o la instalación de contenedores —en un sistema llamado docker Docker— que aislan el proyecto para que funcione correctamente en múltiples sistemas opertativos —aunque la instrucciones proporcionadas solo funcionan, tal como están, para sistemas Unix, es decir, Linux o Mac—. Adicionalmente, Wax tiene una interfaz y una documentación exclusivamente en inglés que, si se usa tal cual, hace evidente el problema de la diglosia cultural. Así, aunque Wax es sin duda un proyecto valioso e importante en la construcción de infraestructuras para contextos precarios como el Latinoamericano, y es una alternativa más sotenible y económica que otros sistemas en el mismo dominio, siguen existiendo algunos problemas infraestructurales que se han evidenciado en la práctica concreta en el salón de clase.

§106HGuardar marcapáginas El primer problema implica que el software no es tan accesible ni liviano como se promociona, pues necesita de la instalación de programas que parchen su compatibilidad y que distancian el supuesto uso descomplicado. El segundo problema implica que, con actitud de modulor moral, es necesario entrar en las entrañas del código para reemplazar las palabras en inglés por palabras en español, hacer ajustes a los vacíos de documentación o personalización, y eso requiere conocimientos en programación o recursos para rediseñar interfaces o hacer localización.

§107HGuardar marcapáginas Así, por problemas como este, decidí desarrollar un sistema propio para la creación de colecciones digitales llamado Serie Mini. En pruebas con estudiantes, Serie Mini ha resultado más liviano, más veloz y fácil de usar, especialmente porque no usa Jekyll, no requiere contenedores de Docker, y usa librerías de procesamiento más actuales. Adicionalmente y siguiendo el principio de generosidad que propuse aquí, el sistema de Serie Mini es fácilmente traducible, tiene traducciones por defecto en español e inglés, pero se puede extender, y tiene documentación detallada sobre su uso en español. Aunque Serie Mini no es una solución a todos los problemas reconocidos en Wax ni en otros sistemas, apunta a asumir problemas infraestructurales en dos sentidos: el primero es que, como es un software local, es auditable y retroalimentable por parte de la comunidad situada de la que espero un uso signiicativo; el espacio de comunicación entre mis estudiantes y otros miembros de la comunidad de humanidades digitales es cercano. El segundo es que está construido desde el principio bajo las ideas de generosidad que planteo aquí, así que en su concepción y estructura fue concebido con la intención de la expansión y la adaptación a contextos locales: puede en principio echar raíces en el contexto en el que se requiera. En su construcción, he sido conciente constantemente del equilibrio entre la idiosincracia local, mi propia situación y contexto, mis usuarios inmediatos, es decir, mis estudiantes, y una posible apropiación del sistema por un público más amplio. Así, el diseño de Serie Mini busca adaptarse a esas dos escalas, y está abierto para transformaciones retroalimentadas.

§108HGuardar marcapáginas Sin embargo, el tiempo libre y mi propia capacidad de producción solo me ha permitido desarrollar el sistema hasta cierto punto. Por lo tanto, para hacer sostenible su existencia es necesaria reciprocidad de sus usuarios o de instituciones interesadas. Aunque al momento de escribir esto no están resueltas las maneras de promover esa sostenibilidad, porque el proyecto ha surgido en paralelo y en parte gracias a las reflexiones que consigno en este capítulo, he considerado tres formas de sostenimiento comunes en el mundo del software abierto: dar cursos o soporte de usuario personalizado, o recibir donaciones para el mantenimiento de la base de código o la inclusión de nuevas prestaciones y cualidades al sistema. Todas estas opciones tienen como finalidad que el sistema pueda ser gratuito y a la vez reconozca el trabajo —endemoniado, si se quiere— de organizar una infraestructura de las humanidades digitales.

§109HGuardar marcapáginas Si imaginamos los comunes digitales desde los principios de la generosidad y la reciprocidad, siguiendo la analogía de Anna Tsing, podemos transformar los proyectos de humanidades digitales de esquejes a semillas. Las semillas, cuando germinan y crecen, echan tanto raíces en el entorno en el que se siembran como ramas en el exterior. Las semillas son relaciones significativas con el entorno en el que se crean, son modificaciones y dependencias con el sustrato, y hacen explícitas las partes humanas del ejercicio maquinal, del volumen y la velocidad computacional. Las ramas son las bifurcaciones y derivaciones posibles derivadas de la generosidad de la semilla. La reciprocidad es, finalmente, el riego y el cuidado para que el árbol se sostenga y sea cada vez más robusto y fuerte, y para que produzca nuevas semillas con sus propios periplos evolutivos y derivas estructurales.

Notas al pie

  1. Melanie Mitchell, Complexity: A Guided Tour (Oxford [England] ; New York: Oxford University Press, 2009).
  2. Julia Cresswell, ed., Little Oxford Dictionary of Word Origins (Oxford: Oxford Univ. Press, 2014), 146; Philip P. Wiener, Dictionary of the History of IDeas. Sudies of Selected Pivotal IDeas, vol. 1 (New Yok: Charles Scribner's Sons, 1973), 667.
  3. Houghton Mifflin Company, ed., Dictionary of Computer and Internet Words: An A to Z Guide to Hardware, Software, and Cyberspace (Boston: Houghton Mifflin, 2001).
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  9. Star, «The Ethnography of Infrastructure».
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  11. Claudine Moulin et al., «ESF Science Policy Briefing 42. Research Infrastructures in the Digital Humanities» (European Science Foundation, 2011).
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